De tumbo en tumbo ¿a dónde vamos?

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

Verdaderas marejadas aparecen cada día y más aún en el nuevo año 2018 en que se destapa la gigante olla de grillos podridos avergonzando más a los probos ecuatorianos y entre ellos a cándidos e incautos más conocidos como ovejunos; el rebaño de sígueme sígueme se incrementa con los seguidores irreflexivos que no quieren ver el mal perpetrado en Ecuador, país que está quedando en mal precedente a nivel mundial y que cual ovillo desenreda y desempata en mar de ascuas las oscuridades con las que hemos vivido y que es motivo de inmensa preocupación para la nobleza de verdaderos ecuatorianos.

No hay que olvidar a los valientes y admirables Villavicencio y Jiménez que aún con el impedimento en una de sus extremidades caminan y continúan descubriendo y desenmascarando a los cuatro vientos la corrupción enquistada. No olvidar a Páez y Montúfar como admirables y verdaderos fiscalizadores de oficio que en su debido tiempo fueron nombrados en la Asamblea y que se siguen destacando como admirables y de talla haciendo mérito y sin temor como dice el adagio “quién dijo miedo” para enfrentarse a los malévolos y a la sarna que corroe con la corruptela.

Los legisladores saben perfectamente para qué fueron nombrados pero en gran número no cantan el himno a la Patria sino el himno al servilismo y al “no me meto porque ese muerto no lo cargo yo”. Por decir la verdad ante la maledicencia perpetrada en la década de horrores fue sindicado Lara como perseguido político pero, ha pasado lo más, lo menos pronto vendrá. La loca hazaña a favor del “huésped de honor” autor de Wikileeks fue descubierta con lujos de detalle y documentos que no quedaron encubiertos ante sediciosos.

Ante el desfase al que nos han llevado y nos llevan las autoridades de lo económico como lo recientemente conocido, tomar los valor asignados para la reconstrucción sísmica de Manabí y Esmeraldas so pretexto de pago de sueldos, valores que rápidamente han sido devueltos pero que la expresión “ociosos” no se devuelve, ¿no se llama esto peculado disponer arbitrariamente de bienes, dinero para pago de servidores y en algunos casos fantasmas, empleados, sueldos y otros menesteres?

Por favor, existen ideas y procedimientos descabellados, ahora hay que tener muchos hijos para hacerse acreedor al bono de los $ 150.00 dólares, ahora quién hará el control de la natalidad; hay que ser señalado por grandes potencias universales para que la Cancillería ecuatoriana premie a desconocidos del suelo patrio y se le extienda una cédula con el origen ciudadano inventado a criterio de quien extendió el documento aquel.