Pablo Izquierdo Pinos
El balance de los primeros siete meses de la administración del sistema de salud no habilita a mirar el futuro inmediato con real optimismo. Pues, el Ministerio de Salud Pública (MSP) es la única cartera cuyas autoridades no cambiaron, rotaron los últimos 10 años y siguen. Acomodaron el discurso: antes iracundos militantes del monólogo, hoy serviciales multi dialogantes.
En los debates preelectorales se habló de una continuidad “light” de las acciones de salud impuestas por la bonanza y los préstamos. Se gastó mucho ¿cuál es el resultado? Nada respecto a consolidar consensos acerca de las prioridades para los próximos años: el acceso real a servicios de calidad, la equidad en el financiamiento y el gasto, la planificación de recursos humanos y la gobernabilidad, la institucionalidad del sistema y la superposición de funciones con diferentes recursos y capacidades.
Lejos de responder a estos desafíos con una potenciación del rol de garante, rector de la salud y autoridad sanitaria nacional, desmantelaron políticas y programas construidos con consenso, que habían obtenido resultados comprobados. Nada sobre nuestros indicadores lacerantes: desnutrición y mortalidad infantil, mortalidad materna, embarazo adolescente, aborto. Cerraron el Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical, donde elaborábamos vacunas, suero antiofídico. Ahora los importamos. La gratuidad es insostenible, los paciente compran medicamentos e insumos. La facturación cruzada no funciona.
La salud es un territorio de conflicto distributivo donde concurren ideología, intereses, capacidad de acción y recursos económicos. Hace falta dinero, pero también cerebro. Convirtieron el MSP con profesionales de excelencia académica y experiencia, en una “academia” de servidores juveniles asalariados. La planificación viene impuesta por Semplades: al traste derechos y garantías, perfiles epidemiológicos, indicadores básicos de planificación, mediciones de impacto de periodos anteriores, necesidades de atención a la salud y determinación de prioridades. Esta desactivación del MSP traerá consecuencias nefastas. Cirugía urgente.