‘Los jóvenes no deben dejar morir a la marimba’

GESTORA. Pese a sus años, Petita Palma recuerda con claridad los momentos más importantes que ha tenido con la marimba.
GESTORA. Pese a sus años, Petita Palma recuerda con claridad los momentos más importantes que ha tenido con la marimba.

Redacción ESMERALDAS,
LA HORA

El 4 de marzo de 2018 va a cumplir 81 años. A su edad y pese a que ha cosechado triunfos con su música y danza, Petita Palma Piñeiro, ícono de la cultura afroesmeraldeña y ecuatoriana, sigue viviendo en su vetusta casa ubicada en el barrio El Potosí, hasta donde hace 40 años solo llegaba la ciudad de Esmeraldas.

“Los jóvenes no deben dejar morir a la marimba”, es una de las frases de Petita, quien no recuerda a estas alturas cuántos hermanos tuvo y cuántos hijos y nietos tiene en la actualidad.

La cultora de la marimba, por su edad y porque vive prácticamente sola en la casa que es patrimonio cultural, asiste todos los días a un centro gerontológico que regenta la Fundación Amiga.

Al conversar sobre la marimba, sus ojos se humedecen y afirma que ella nació encima de ese instrumento musical y que nadie le enseñó el arte de cantar y tocar los instrumentos como la marimba, el bombo, el cununo y el guasá.

Pequeño caserío

Nació en Barón de Carondelet, pequeño caserío ubicado en lo que hoy es el cantón San Lorenzo, zona norte de Esmeraldas, pero que en esa época le pertenecía al cantón Eloy Alfaro.

“En las fiestas de los santos después de la ceremonia, mis padres y mis abuelos tocaban la marimba y otros instrumentos. Yo aprendí viendo, porque a los ‘viejos’ no les gustaba que los muchachos estuviésemos en sus festividades”, comentó la cultora del arte autóctono de la ‘Provincia verde’.

Ahora camina con dificultad, aunque afirma que creció como un roble en medio de la naturaleza, del murmullo del agua y la fecundidad del campo.

Petita Palma asegura que gracias a la marimba ha conocido medio mundo, entre ellos varios países de América y Europa, donde dejó su legado junto a sus compañeros del grupo Tierra Caliente.

Al hablar de su talento, explica que compuso decenas de canciones, entre ellas ‘El Andarele’, muy conocido y reconocido en todos los ámbitos y que significa ‘vámonos’, a pesar de que esa palabra en el diccionario no existe.

RECONOCIMIENTOS. Petita tiene en su casa colgadas algunas condecoraciones en reconocimiento a su destacada trayectoria.
RECONOCIMIENTOS. Petita tiene en su casa colgadas algunas condecoraciones en reconocimiento a su destacada trayectoria.

Mención Eugenio Espejo

Con gran orgullo cuenta que ha recibido varios reconocimientos, pero el más importante es la Mención Eugenio Espejo, que le entregó la ex Asamblea Nacional. Además, está en el libro Azul de Colombia como una de las 50 mujeres más representativas del mundo por su inteligencia y creatividad.

Su orgullo también son sus hijos, especialmente Alberto Castillo, quien es profesor de Marimba del conservatorio del Municipio de Esmeraldas, y Anita Castillo, cantante, y desde hace varios años embajadora de Ecuador en Venezuela.

Entre los cantos compuestos por Petita destacan los arrullos para los santos, los chigualos en Luna llena y los alabaos para los muertos. (FHI)

LA FRASE

“A través de nuestras canciones logramos que la gente conozca Esmeraldas, nuestra cultura e identidad”.

Petita Palma
Ícono de la cultura afroesmeraldeña y ecuatoriana

VIVIENDA. En su casa del barrio El Potosí, en Esmeraldas, ha permanecido por muchos años.
VIVIENDA. En su casa del barrio El Potosí, en Esmeraldas, ha permanecido por muchos años.