Corea del Norte atizó el temor de una guerra atómica

Corea del Norte aceleró el ritmo de su enloquecida carrera hacia el arma nuclear en 2017, atizando el temor a un conflicto atómico digno de las peores horas de la Guerra Fría.

Una cuestión que debería seguir dejando grandes titulares en 2018 porque las grandes potencias parecen incapaces de obligar a Corea del Norte a renunciar a sus programas nuclear y balístico.

Los múltiples paquetes de sanciones votados por el Consejo de Seguridad de la ONU no disuadieron a Pyongyang de llevar a cabo, en septiembre, su sexto ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha. Según el régimen norcoreano, sirvió para probar una bomba de hidrógeno.

Corea del Norte también realizó este año varios ensayos de misiles intercontinentales (ICBM), asegurando ser capaz de alcanzar el territorio continental estadounidense y haberse convertido en un Estado nuclear de pleno derecho.

Pyongyang afirma que su prioridad es su propia supervivencia. Sus críticos le acusan de querer reunificar mediante la fuerza la península dividida desde hace casi 70 años.De todos modos, el temor persiste en Asia, especialmente.