En el crimen estaría involucrado el exconviviente de la víctima. El hombre es buscado por la Policía.
Un nuevo supuesto caso de femicidio se investiga en la ciudad. Tres días después del último evento registrado en la comunidad de Sigsipamba (Tumbaco), otra mujer muere presuntamente en manos de su compañero sentimental. Esta vez el crimen de género ocurrió en Pisulí, en el norte de la ciudad.
Según los datos oficiales, el martes por la noche Paulina M. fue victimada de tres puñaladas, dos en el brazo izquierdo y el corte que comprometió su vida lo recibió en su pierna derecha, por la que se desangró.
Según las primeras averiguaciones que hizo la Policía, el responsable del acto criminal sería el compañero sentimental de la dama. El hecho se consumó dentro del inmueble que rentaba la pareja.
Un morador del lugar, quien prefirió mantener su nombre en reserva, dijo que tras el escándalo solo vieron a un hombre ensangrentado que aprovechó la oscuridad de la noche para escapar. El vecino aseguró que el fugitivo era la pareja de la víctima, con quien ya había tenido discusiones en pasadas ocasiones.
La Policía prefirió no adelantarse a las motivaciones de este hecho de sangre, sin embargo, los habitantes del populoso sector comentaron que el sospechoso intentó agredir al hijo de la mujer. Ella, en su afán de defender al pequeño de 3 años, se enfrentó al sujeto, pero este terminó con su vida. Las versiones de los vecinos fueron recogidas por la Policía y serán usadas para armar el ‘rompecabezas’ y dar con el paradero del sospechoso.
Trabajo policial
Los agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de Personas (Dinased) ingresaron a la escena del crimen y vieron el impactante cuadro. La víctima estaba tendida sobre el piso ensangrentada.
Peritos de Criminalística también acudieron a levantar los indicios y luego de inspeccionar el cadáver lo embarcaron en la ambulancia de Medicina Legal. Los familiares de la difunta llegaron al departamento a constatar lo ocurrido, ninguno de ellos encontró palabras para expresar su dolor. El llanto fue su única válvula de escape para dejar aflorar su sentimiento de indignación.
El capitán Iván Naranjo, jefe operativo de la Unidad de Muertes Violentas del Distrito Metropolitano de Quito, dijo que la Dinased tiene equipos desplegados en distintas partes de la ciudad para recopilar información que sea útil en el hallazgo del implicado.
El uniformado agregó que es necesario esperar al desarrollo de las indagaciones para hablar de un presunto femicidio, pero tampoco desmintió que el compañero sentimental de la víctima estuviera involucrado en el suceso. (FLC)