Por: Laura Benitez
La fuerza de la no violencia de un hombre y de un pueblo es la verdadera unión, que puede salvar a la humanidad.
Para este año, un mensaje central, NO a todo tipo de violencia, sin confundir la no violencia con simple resistencia.
Y siempre buscando esa verdadera fuerza en la verdad, solidaridad, paz y tranquilidad. En la actualidad la violencia contra las mujeres y las niñas, es una de las violaciones, persistentes y devastadoras del mundo, para acabar con la violencia se requieren esfuerzos enérgicos contra aquellos que han ultrajado, mancillado y discriminado a la mujer y en especial a las niñas y adolescentes con acosos sexuales, contra los menores de edad.
Debemos luchar por los valores, principios y leyes que se basen en el reconocimiento y protección de la dignidad de las niñas y niños de nuestro país, aplicando normas contra los abusos de poder de nuestra sociedad.
Si entendemos que los derechos humanos son patrimonio de la humanidad y un bien simbólico de las mujeres y niñas, estamos en la obligación de contribuir a la NO violencia con actos de buena fe, en favor de todas aquellas personas que lo requieren.
Este conjunto de principios son la base fundamental de las personas, para defender su integridad, su libertad en el caso de ser ultrajado.
En nuestro país hace algunas décadas, nadie se atrevía a denunciar los abusos a menores y aún existen problemas en aclarar los ultrajes sexuales ocurridos en colegios y escuelas de nuestro Ecuador. El último dolor y tristeza, que enluto a una familia lojana de nuestro país.
Por medio de la NO violencia exigimos a respetar los derechos de los demás.