La verdad escondida

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

Amables lectores: la euforia política de los ecuatorianos creó castillos con altavoces adornados cual juegos pirotécnicos que disparaban en diversos sentidos y direcciones llegando, incluso, a lastimar con expresiones altisonantes y de poderío, embelesados los seguidores del seudo machismo que imponía a la fuerza el dueño de la doble nacionalidad hacia una de las cuales se embarcó para el refugio olvidando que el buen jefe de estado debe permanecer en su territorio por el tiempo mínimo de un año para atender enfoques que diluciden las leyes y que es necesario afrontar con alto honor por la enorme responsabilidad que le cabe enfrentar ante el pueblo ecuatoriano.

Las vicisitudes de la vida empezaron a salir a flote antes de la partida del 24 de mayo; los rumores eran ciertos, valiosos investigadores en el campo de la comunicación empezaban a dar señales de las atrocidades cometidas que trataron de acallar, saliendo a flote onerosas deudas, construcciones por costos elevados, consumo de drogas variadas apareciendo el cáncer de la perdición en la juventud, adultez y niñez tratando de ganar adeptos en los que menos piensan y reflexionan.

Lastimosamente aún se empoderan del ciego amor a quien tanto daño ha hecho al país queriendo llevarnos a la par venezolana. En medio del caos merecen respeto y admiración los portaestandartes de la valentía que no claudicaron al gritar a los cuatro vientos la verdad de la corrupción arraigada en nuestro país, brotando la pus en el punto que el dedo señale como expresó nuestro Presidente Constitucional así como concebir que “hay más acusaciones en proceso, esto recién empieza” como lo expresó el Procurador General del Estado, Diego García.

Y pensar que fallecieron dignos y ameritados ciudadanos que al parecer habían descubierto artimañas gubernamentales. Recordar que valiosos periodistas fueron perseguidos y obligados a emigrar y hasta callar, lo que ya se había perfilado putrefacto. La historia nos remonta a los señalados políticos, adversos al manchón verde, quienes esposados y con grilletes como viles delincuentes fueron embarcados en transporte aéreo y vial como el caso del asambleísta Lara.

Los regalos navideños con envoltura de verdad han llegado con bastante anticipación al 24 de diciembre, salen a flote las envolturas guardadas por ministros, altos ejecutivos del gobierno, presuntas irregularidades en el desempeño de funciones, graves revelaciones, alteración por conveniencia de arbitrariedades en el área social, cultural, deportiva, educativa. Señor Presidente, el mejor obsequio navideño que merece el pueblo que lo aplaude en mayoría, es ejecutar con mano dura su mandato, aplicando los correctivos que la Contraloría General del Estado dictamina basada en exámenes especiales que datan de más de diez años anterior a su gobierno.