La noche, noche de felicidad

POR: Laura Benítez Cisneros

La Nochebuena o noche de felicidad, para todos se la celebra el 24 de Diciembre de cada año. Desde hace cientos de años es una fiesta cristiana.

Este gran acontecimiento tuvo lugar en un humilde pesebre de Belén. Allí nació el Niño Dios, entre pajas y heno, rodeado de su madre la Virgen María, San José su padre, la mula y el buey. Al rededor de esta cueva dormían los pastores que cuidaban las ovejas y los animales del pastoreo del ganado.

La voz de un ángel los perturbó y les dijo: «No temáis, pues vengo a daros una nueva de inmenso gozo y felicidad: hoy a nacido el Salvador que es Cristo el Señor Nuestro».

El mundo entero y la humanidad de varias maneras y formas disfrutan de esta fecha de alegría. Según las costumbres y tradiciones que tenga cada país, la gente se prepara de varias maneras y ven muchas formas de poder disfrutar.

En algunos lugares ayunan durante 40 días antes de la Navidad, otros realizan la Novena que comienza desde el 15 de Diciembre, en otros lugares preparan panes y cerveza, otros arreglan las casas con pesebres, el arbolito luminoso y lleno de adornos, otros esperan la venida de Papá Noel, cargado de regalos, juguetes, chocolates y caramelos que llegan una vez al año.

Pero en la actualidad los niños, adolescentes y jóvenes, ya no creen que exista el Viejo Noel, porque nunca lo han visto, jamás han recibido de él un halago, una caricia y aunque lo toquen no se convencerían de que existió.

En nuestro entorno de hoy la tecnología terminó con esa idea de aquel hombre gordote, de largas barbas blancas, cara rosada, que hacía feliz la sonrisa de los niños y que fue inventado para hacer el bien de grandes y chicos en esta Nochebuena deseándoles una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.