EDUARDO CHIRIBOGA APONTE
Con la sentencia de primera instancia en contra de Glas, mucho se ha especulado que represente el inicio de la verdadera lucha contra la corrupción, que siempre ha existido y a todo nivel, pero que fue reforzada de la manera más cínica, por la administración correísta. Que sea la punta del ovillo. Pero creo que no debemos ser tan ingenuos. La expectativa del país entero en el desenlace del histórico juicio, era de tal magnitud, que si era sobreseído, el pueblo se iba a volcar a las calles y la suerte de Moreno estaba echada. Por lo que se actuó políticamente.
No olvidemos que éste gobierno, sigue siendo la continuación de la mal llamada revolución ciudadana. Se siguen reciclando a los funcionarios que por corruptos han debido salir, lo que deja un mar de dudas sobre la sinceridad del discurso oficialista. Todos esperamos, que luego del triunfo del sí en la Consulta Popular, el Mandatario al fin pueda gobernar para todos. Y que la lucha contra la corrupción sea verdadera. Que la calentura, no se quede en las sábanas. Que la educación de nuestro pueblo vaya cambiando desde las escuelas, para hacer del ecuatoriano, una persona honesta y correcta. Que la viveza criolla se vaya archivando para siempre.
Si el Gobierno nos roba nuestro dinero, entonces: ¿Por qué yo no puedo engañar a quienes me rodean?, sale siendo el más común de los razonamientos de las masas. El agua de coco embotellada que se expende en las esquinas, tiene agua natural y de dudosa procedencia; la caja de mangos tiene en su parte interna, las frutas magulladas; el atado de cangrejos, al momento de pagar, se lo cambian mágicamente, por uno que contiene muertos y patas flacas; el mecánico le suele quitar alguna pieza buena y ponerle una mala, para que el cliente regrese; y así, la lista sería interminable.
Hay que tener fe, en que el futuro del país en su conjunto, sea observado de la manera más imparcial por nuestros gobernantes. Que la politiquería cese y se empiece a corregir errores.