Un café 'encantado'

Variedad. Cafetería en Puerto Ayora agrupa todos los tipos de cafés de las islas.
Variedad. Cafetería en Puerto Ayora agrupa todos los tipos de cafés de las islas.
Apoyo. El café de Galápagos se vende en los supermercados de Puerto Ayora.
Apoyo. El café de Galápagos se vende en los supermercados de Puerto Ayora.
Hábitat. Tortugas gigantes en su hábitat natural comparten con la vegetación de la finca. Un espacio de armonía en las islas Galápagos.
Hábitat. Tortugas gigantes en su hábitat natural comparten con la vegetación de la finca. Un espacio de armonía en las islas Galápagos.
Agricultura. Granos de café secándose cerca del canal de Itabaca del lado de la Isla Santa Cruz.
Agricultura. Granos de café secándose cerca del canal de Itabaca del lado de la Isla Santa Cruz.

El café de las islas Encantadas ha sido reconocido por su proceso de cultivo agroecológico. Los cultivos comparten su tierra con plantas y animales endémicos del archipiélago.

El café se cultiva en las islas Galápagos desde el año 1850. El primer poblador de la isla San Cristóbal, Manuel Julián Cobos, se dedicó a la producción de café, y dio inicio a las primeras plantaciones de café en la zona, explica Juan Carlos Guzmán, ex director provincial del Ministerio de Agricultura en Galápagos.

Desde el inicio de la colonización, los galapagueños se han dedicado a la producción de café “pero no ha habido un orden en la producción y venta del café”, explica Guzmán.

El Estado ecuatoriano decidió solicitar al Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI) un certificado de denominación de origen “para dar la seguridad a los productores de Galápagos de que solamente su café será vendido con el nombre de Galápagos”, dice Guzmán. Durante años, se podía “encontrar café con el nombre de Galápagos en las perchas del continente pero no se sabía si era de Galápagos”, añade.

El 28 de septiembre de 2015, el IEPI otorgó el certificado de denominación de origen al café de Galápagos. Según el certificado, “el café protegido será de la especie arábica con las variedades identificadas (como): Típica, Bourbon, Caturra, Villalobo, San Salvador, Sachimor, Catimor y Catuai”.

Han pasado dos años desde que se emitió el certificado pero Juan Carlos Guzmán dice que hay “todavía un problema”. Comenta que en el mercado continental, empresas posiblemente toman el nombre de Galápagos para vender su marca. “El IEPI debería declarar o disponer que en un plazo de unos dos o tres años todas las empresas que estén vendiendo café con el nombre de Galápagos afuera tienen que retirar del mercado el café de Galápagos si no se demuestra que es producido aquí o comprado aquí”, agrega.

Café único y exótico
El café es plantado en la parte alta y húmeda de la isla Santa Cruz. Pero secar el café ahí es imposible. Por ello, cerca del canal de Itabaca está el cafetal, un lugar donde todos los cafeteros pueden ir a secar su café. Es el caso de Diego Tamayo, para quien “no hay otro lugar más adecuado” para secar el café ya que en la zona casi nunca llueve.

El café de Galápagos es un café de especialidad que se produce en pocas cantidades. La calificación de la taza del café ha logrado llegar a 85 sobre 100 puntos (el mejor café del mundo proveniente de Costa Rica llegó a los 93 puntos). Según Juan Carlos Guzmán, ese puntaje le permitiría “competir en un concurso de taza dorada que hace el Ecuado anualmente y sacar un buen puntaje”.

Por lo general hay solo dos temporadas de cosecha al año y “no coinciden con las de Loja o Manabí”, aclara.

Según Michelle Peña, catadora y administradora de la cafetería OMG en Puerto Ayora, “la acidez y un ‘honey’ pronunciado” son las características que distinguen al café de Galápagos.

Túneles de lava, tortugas y café 100% galapagueño
° La familia Arias llegó a las islas Galápagos en el año 59. Desde hace dos años, David Arias y sus tres hermanos se han dedicado a producir café en su finca El Chato 1, en Santa Rosa, la zona alta de la isla Santa Cruz. Mientras tanto, en El Chato 2 ofrecen ver tortugas en su hábitat natural, túneles de lava y disfrutar de una taza de café 100 por ciento galapagueño.

David Arias ha planificado cultivar café en una de las 12 hectáreas de su finca turística, ya que asegura que “el café de Galápagos no necesita pesticidas o productos orgánicos, las tortugas serán quienes fertilicen el suelo”.

LA HORA LAB

Un taller con estudiantes universitarios de Periodismo.

Susana Rubio, USFQ.