Francisco Pinto, un atleta a tiempo completo, relata su aventura en la Marathon Des Sables Perú, de 250 kilómetros.
Cuando supo que ya estaba inscrito en la Marathon Des Sables Perú, un cúmulo de ideas taladraba en la cabeza de Francisco Pinto. “La maratón extrema más dura de mundo”, pensaba mientras se entrenaba en algunos parajes del país. Pero se auto motivaba con un monólogo: “Tengo que finalizar en Perú aunque sea último…”.
En la competencia que se cumplió desde el 28 de noviembre hasta el 4 del presente mes, el ingeniero mecánico capitalino mostró todo su potencial y profesionalismo en las reservas naturales de San Fernando y Paracas. A sus 33 años vivió su experiencia más dura en el ultra trail.
“Cada atleta debía autoabastecerse, es decir llevar su propia comida en la mochila desde el primer día, y para 7 días de carrera, y eso hacía que sea muy duro avanzar rápido entre las dunas”, recuerda Pinto Moreno.
Luego de acabar cada etapa debían llegar al campamento y, muy exhaustos, armar su propia carpa y cocinar antes de ponerse a descansar. “Esto multiplíquelo por 7 días y 250 km de recorrido en el desierto a más de 35 grados, y para ponerla más difícil sin poder bañarse ningún día”.
EL DATO
Los ecuatorianos Pedro Martin Jurado (puesto 95) y Edwin Ibarra (213) también fueron parte de la travesía.Desde la primera etapa probó que su organismo estaba tan fuerte como una roca para enfrentarse contra el agotamiento y el desierto. Se ubicó entre los primeros, junto a estadounidenses, alemanes, francés, ingleses, peruanos, etc. Al final, después de siete días, terminó en el casillero 15 entre los 300 mejores atletas extremos del mundo.
¿Qué es lo que más recuerda de esta competencia cuyo mayor recorrido se desarrolló por el desierto de Nasca?
El recorrido fue increíble ya que después de tres días de desierto puro, que igual fue muy hermoso, llegamos a topar el mar y eso fue insólito, porque me decía cómo puede existir un desierto tan grande junto al mar. Esto para mí fue una inyección de motivación.
¿Cuál fue la etapa más complicada?
El día más crítico a mi parecer fue el cuarto donde bajé del puesto 12 sobre los 20. Ese día tuvimos un recorrido de 68 km y fue el día más largo de la travesía.
El agua que nos entregaron fue de muy mala calidad y sobre todo con demasiado sodio; era salada. Esta misma agua se usaba para correr y para cocinar cada día en el campamento. Esto causó problemas estomacales e incluso intoxicación en muchos corredores.
¿Y usted también fue víctima del agua?
Sí, sufrí vómitos, deshidratación y obviamente falta de energía. Aquel cuarto día, al terminar los primeros 30 km ya sentí la falta de fuerzas y tuve que bajar el ritmo y cambiar la estrategia para solo terminar la etapa y no retírame. Cuando culminé la carrera lo único que pude hacer es dormir 6 horas ya que me costó 10 horas esta etapa.
¿Cómo trabajó el minúsculo equipo ecuatorianos en los siete días?
En la Marathon Des Sables se corre individualmente así que, pese a que fuimos los tres corredores ecuatorianos a la competencia, trabajábamos individualmente cada uno a su ritmo.
Pero obviamente en el campamento cada día éramos un equipo y nos motivamos para seguir cada etapa, luego de cenar siempre hablábamos y nos dábamos ánimos para el día siguiente. (SE)
Ocho años en las montañas
Francisco Pinto entrena desde hace más de ocho años y en los últimos tres ha competido en eventos internacionales.
EL DATO
La mejor ubicación de Francisco Pinto en una carrera multietapa internacional fue en Costa Rica, a principio de 2017, en el The Coastal Challenge, donde en 6 días se cubrió 230 km. Se ubicó quinto.
“Mis entrenamientos siempre están asesorados por uno de mis ídolos deportivos y sin duda el mejor corredor de montaña del país, Gonzalo Calisto, sin su ayuda esto jamás sería posible”, relata el atleta, que entrena todos los días de la semana. “Son pocos los días de descanso al mes, tal vez dos por mes”.
Su próximo reto será el Everest Trail en los Himalayas a finales de 2018 donde recorrerá 280 km en 7 días.
Pinto es múltiple competidor de aventura (kayak, bicicleta de montaña y navegación) y de trail running. Nunca ha competido en el asfalto. Es propietario de su propio gimnasio (Funcional Gym, en el sector de Monteserrín).