La cultura se vive en el malecón de Boayaku en Pastaza

OBRERA. Olimpia (derecha), indígena kichwa, da todo su trabajo y dedicación en la elaboración de collares fabricados.
OBRERA. Olimpia (derecha), indígena kichwa, da todo su trabajo y dedicación en la elaboración de collares fabricados.

Aquí se puede conocer más acerca de las culturas indígenas que ofrecen sus productos a los turistas.

Redacción TUNGURAHUA, LA HORA

Un monumento elaborado de bronce muestra la historia y las culturas indígenas de Pastaza. La estatua se encuentra en el barrio Obrero, en Puyo, y representa a las siete nacionalidades que allí existen: achuar, andwa, kichwa, sápara, shuar, shiwiar y waorani.

Este sector es muy visitado por los turistas nacionales y extranjeros. Conocido como el Malecón del Río Puyo, tiene un sendero ecológico de 2,5 km de camino: el río Boayaku. Se llama así por las boas que se presume hay en el río, y yaku que quiere decir río en kichwa. Tiene una diversidad de plantas y aves.

En este lugar también es posible disfrutar de la gastronomía local saboreando los famosos volqueteros o el maito de pescado. En el malecón existen aproximadamente 20 artesanos, quienes promocionan diversos productos propios del lugar; unos pertenecen a la asociación Boayaku Puyo y otros son originarios de las etnias indígenas de la Amazonía.

Guía turística
Pakcha Villegas se ha dedicado por siete años a confeccionar artesanías con materiales propios de la región, como: semillas de shiguango, huayruro, fibras naturales, bambú, chonta, lianas, entre otros. Con estos elabora collares y pulseras. Además, extrae de la corteza de los árboles sangre de drago y aceite de ungurahua, que sirve para darle vitalidad al cabello.

Pakcha es originaria de la comunidad Apapa, donde viven de la agricultura, la caza y la pesca. Ella cuenta que cuando llegan los turistas a visitarlos aprovechan para exponer sobre la medicina natural y las artesanías.

“Hemos tenido bastante acogida, más que todo de gente extranjera que ama estas cosas, que le gusta. Hoy en día las personas optan por lo natural, que es lo que sacamos a exponer. Se trata de productos amazónicos” manifiesta Pakcha.

VENTA. Diana Aro con su variedad de productos y cadenas al gusto del cliente.
VENTA. Diana Aro con su variedad de productos y cadenas al gusto del cliente.

Artesanías bien elaboradas
Olimpia Vargas, de 61 años, empezó a realizar artesanías desde que tuvo 25. Con arduo trabajo ella pudo mantener a su familia. Su descendencia es zápara por parte de su abuelo y kichwa por su abuela. Es de la comunidad Unión Base, en la cual mantienen sus tradiciones como la toma de guayusa a la madrugada y también realizan festividades a finales de diciembre.

EL DATO
El malecón Boayaku es una obra técnica construida de forma
armoniosa.Elabora artesanías en semilla. Estas sirven para hacer joyas, trajes para danza y collares en mullos, que oscilan desde los 5 hasta los 30 dólares.

Los solitarios son muy requeridos por los visitantes. Son aretes hechos con plumas de algunas aves típicas de la zona como el papagayo, entre otros productos.

“Por medio de la artesanía se demuestra que esto es algo vivo, porque nuestros antepasados sabían hacer desde antes esta labor y hasta ahora se siguen rescatando las tradiciones, porque si dejamos se quedan ahí, se pierden”, indicó Olimpia. (EO)

Ama su trabajo
° Diana Aro, de 32 años, se dedica a elaborar artesanías desde hace ocho. Hace monederos, escribe nombres en tagua, pulseras, entre otros. Además, le compra productos a las personas que salen de las comunidades porque esas plantas sirven de materia prima para las pulseras.

La fabricación de los llaveros, las pulseras, los aretes y los collares lleva su tiempo. Debido a eso sus costos van desde un dólar en adelante. Todos sus productos son fabricados con semillas naturales. Ese es su medio de vivir y es la labor que le gusta a pesar de que la gente a veces no le pague bien, dice.

Diana no pertenece a ninguna comunidad; sin embargo, su abuelo era kichwa y su abuela mestiza. Menciona que hubiese querido saber más sobre el idioma y la cultura de sus antepasados indígenas.

Mujer orgullosa
° María Punina es kichwa de la Sierra, de la comunidad de Tamboloma de Pilahuín. Es una de las más antiguas artesanas que labora en este lugar. Desde hace 12 años hace pulseras, collares, gargantillas, aretes con semillas y de mullos.

María compra la materia prima en el Tena porque es más económico. Explica que este año ha sido muy bajo en ventas, considera que hay falta de publicidad y apoyo por parte de las autoridades, ya que no son tomados en cuenta. Solo si ellos hacen reclamos reciben apoyo, de lo contrario no, afirma.

“Todas las personas trabajan por necesidad, mas no por su cultura. Yo opté por las artesanías, pues no tenía trabajo ni había estudiado, pero me encanta lo que hago y estoy muy orgullosa de ser kichwa, nunca me da vergüenza decir quien soy donde quiera que voy” expresa Punina.