El alcohol, las copiosas comidas y los dulces en exceso son el pan de cada día en esta época festiva.
Navidad y Año Nuevo están a la vuelta de la esquina y las celebraciones son tradición en el país. La abundante comida con alto contenido de grasa y las bebidas alcohólicas están presentes y con ello llegan los desmanes y posteriores problemas a la salud.
La nutricionista colombiana Consuelo Pardo, quien estuvo en Ecuador, indicó que “no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas, es decir, se puede disfrutar de los platillos típicos que se acostumbran durante las fiestas si se consumen con moderación”.
Pero cuando hay excesos se habla de una transgresión alimentaria ocasionada por el daño de los alimentos en el estómago e intestino debido a la paralización que realizan ‘en protesta’ a la gran cantidad de grasa ingerida y que va acompañado de gases, dolor en el estómago, eructos, sensación de vómito y, en general, un malestar, dice el gastroenterólogo Luis Alberto Basante.
Cuide su salud
El especialista recomienda primero una adecuada higiene. Verificar la seguridad que ofrece el local o restaurante donde festejarán y seguir los procedimientos personales de limpieza (lavarse las manos) a la hora de servirse los alimentos.
Además, sugiere evitar el consumo excesivo de dulces y carbohidratos (que ayudan a subir de peso y a formar grasa corporal); reducir la ingesta de grasa (no freír los alimentos).
Señala que en estos casos el estómago se mueve menos, lo que provoca que el alimento se quede más tiempo en el intestino, dando como resultado molestias.
Sobre el alcohol
El alcohol paraliza el movimiento del estómago. Es falsa la creencia de que esta bebida ayuda a la digestión, asegura Basante. Más bien reduce su movimiento y lo paraliza por al menos seis a siete horas, lo que produce un estancamiento de los alimentos y genera el conocido “empacho”.
Esto también hace que el alimento que está en el estómago se “pudra” y se produzca el “empacho” y genera gases. Cuando esto pasa al intestino puede provocar infecciones y diarreas. En cuanto al complejo B, indica que este ayudaría, no a todas las personas, a metabolizar y expulsar más rápidamente el alcohol del hígado.
Recomienda el uso de encimas digestivas de libre venta durante la ingesta de alimentos y aumentar el consumo de agua, líquido que es lavativo que ayuda mucho al organismo. (CM)
La resaca
° Si bien el chuchaqui, después de unas horas de diversión y consumo de alcohol, provoca mareos, náuseas, dolor de cabeza, sequedad en la boca, zumbido en los oídos y malestar general, no tiene un remedio para superarlo, hay varias recomendaciones que ayudan mucho. Por la deshidratación que provoca el alcohol en el organismo, es indispensable tomar mucha agua. El jugo de naranja y las frutas como la mandarina, que aportan vitamina C, ayudan a reanimar el cuerpo. La papaya y la sandía, por ejemplo, permiten recuperar la sustancia dulce perdida. Consuma sopas bajas en grasa y evite el alcohol, el café y el té, afirman los expertos.