Esos deslenguados

AUTORA: Rocío Silva

Se ha tomado en el Gobierno anterior como referencia cansina, un imaginario post independentista, de hace más de un siglo y medio, aquel de la Patria Grande; y bajo ese lema se justificó la incorporación en los espacios de decisión estatal a extranjeros, en unos casos nacionalizados como ecuatorianos. El actual gobierno ha continuado con este propósito, e igualmente ha tenido que salir a explicar que las meteduras de pata de unos deslenguados.

En una visión retrospectiva nos ubicamos en un 29 de noviembre de 2010, cuando Kintto Lucas, decía sobre Julian Assange “Vamos a buscar invitarlo para que venga al Ecuador a exponer libremente, no solo a través del internet, sino a través de distintas instancias públicas lo que él tiene de información y toda la documentación”, estuvo presto Correa a decir que la declaración de Lucas fue a título personal, pues no ha recibido la autorización del canciller, ni del presidente. En el 2012, con toda la emotividad posible, Lucas se despedía del Ecuador argumentando su retorno a Uruguay, porque era un poco de los dos países y de la Patria Grande. Sin embargo ha seguido emitiendo sus criterios sobre la política internacional del Ecuador.

Patricio Mery Bell, periodista chileno, elogiado por Rafael Correa es perseguido por la Policía y Justicia Chilena, se constituyó en la fuerza de choque propagandístico del Gobierno de Correa, manejaba con total desparpajo varias cuentas en redes sociales para acometer sin miramiento alguno a periodistas críticos, y con insultos a usuarios que estaban en desacuerdo con el Gobierno, ahí nunca apareció la Supercom.

El nicaragüense Mangas el pasado jueves 23 de noviembre, en un análisis de coyuntura política, en Cuenca hizo alarde de estar empapado de todos los entretelones, recovecos y atajos de las dos últimas vueltas electorales, luego en un comunicado Eduardo Mangas aseguró que sus declaraciones no corresponden a la posición de Moreno. Más allá de considerar que la diversidad cultural internacional esté en espacios de poder gubernativo, sus protagonistas deben entender que un manejo prudente de sus ideas iría a la par de una actuación ética en beneficio del país.