Pablo Fabian Ortiz Muñoz
Que profundo significado para tan menuda frase; para el común de los ecuatorianos que importante se ha tornado en su diario convivir, es que nos permite indagar y profundizar en nuestras raíces, pues nuestra historia, nuestra cultura y nuestra tradición, deben ser parte de nuestras reflexiones diarias.
Descrita actualmente, se la concibe como una simple concepción utópica, interpretada por un antojadizo desborde politiquero y demagógico, de un discurso político en decadencia, trillado, burdo y hasta absurdo.
Quisiera entenderla desde su concepción, pero como muchos me sumo a la nueva interpretación, quizá jocosa y burlesca, que se vierte desde las tribunas a viva voz, como perpetuando hechos pasados, que nunca deben volver.
Tan elocuente me resulta, que divagan en mi memoria, momentos sombríos de la historia ecuatoriana, quizá por algunos ya olvidada; acaso olvidar, el glorioso feriado bancario, acto perpetrado intelectualmente por la hoy llamada partidocracia, que represento para el país una pérdida de cerca 8000 millones de dólares, sin contar el caos social y político en la nación; es que acaso podemos olvidarnos a Juan Falconi Puig, Ministro de la Producción, 1999 y actual representante del régimen en la OMC, al Econ. Pedro Delgado, Gerente de Riesgos de la CFN, 1999, prófugo de la justicia por plagio y peculado bancario, al señor Camilo Samán, implicado en los aportes entregados por los hermanos Isaías, responsables del debacle bancario, además no podemos olvidar al secretario y asesor personal del Ing. León Febres Cordero (†), ex presidente de la República, empresario, luchador y altivo miembro de la vieja escuela política, Alexis Mera, corresponsables de tamaño atraco.
Como olvidar ecuatorianos, el caso Cosurca, los pativideos, la narcovalija, él come cheques, los chalecos de la CTE, el caso EMME, el caso Duzac, Coopera, la construcción de la Refinería del Pacifico, el pago a OXI, las salvaguardas, los helicópteros Dhruv, la compra de ambulancias, insumos, equipos y medicamentos como el tamiflú, realizados por la ministran Chang, “Prohibido Olvidar”, porque todo es historia. (O)