Mónica Almeida y Ana Karina López comparten su visión tras el Premio Peralta

Autoras. Presentaron su obra el último jueves en Ambato.
Autoras. Presentaron su obra el último jueves en Ambato.

Mónica Almeida y Ana Karina López son las autoras de ‘El séptimo Rafael’, Premio José Peralta 2017 del Municipio de Quito.

¿Cuánto influyó la historia de los Correa en el carácter de Rafael?

Mónica Almeida: Creo que todos venimos de alguna parte. Todos tenemos una historia familiar que ha influido en nosotros. Determinar cómo su familia y su pasado influyeron no fue la tarea que nos planteamos. Lo que nos planteamos era el exponer a la familia y ese contexto como un antecedente. No queremos ponernos en el plano de psicoanalistas. Nuestro objetivo fue irnos más atrás para contar los hechos que él ha vivido, más allá de cómo lo influenciaron. Solo nos propusimos contar la historia que está detrás de él.

Gustavo Noboa ejemplifica cierta conducta de Correa de pedir revancha a quienes lo ayudaron. ¿Para Correa recibir ayuda era humillante y por eso buscaba ajuste de cuentas?

Ana Karina López: Nosotras hablamos de los hechos. Su historia la fuimos cotejando a través de investigaciones. Nunca ponemos si él tiene una actitud revanchista o no. Si lo ves, sí fue en algo agradecido con Gustavo Noboa porque le dio la amnistía, después tuvieron sus diferencias. Ahora, más allá de hablar de un ajuste de cuentas, debemos analizar lo que dejó su visión, el imponerla en un país con débil institucionalidad, que terminó convirtiéndose en un Gobierno autoritario. Entonces, el lector puede sacar sus conclusiones frente a cómo sus afectos y desafectos terminaron jugando al bañarse del poder.

¿La falta de participación en las luchas estudiantiles y en las militancias políticas de la época afectó su modo de concebir el poder y la política?

M: Pienso que sí. Creo que todo político debe hacer militancia, eso es hacer política. Reuniones sobre la ideología, el pasar por procesos de elecciones primarias, el conformar cuadros políticos en los movimientos y partidos, el saber acatar una decisión de consenso, el saber respetar las diferencias dentro de ese consenso, le faltaron. Pero creo que él no hubiese podido ser militante. Me parece que Correa es una persona que está tan convencida de que está por encima de todos que no lo hubiese logrado.

En este gran perfil de Correa, ¿cómo trabajar sobre la figura del perfilado sin su voz?

A: Una fiesta de cumpleaños sin el cumpleañero. Nosotros hicimos los deberes: pedimos conversar con él. Nos preguntaron detalles que no venían al caso, como cómo será la portada, cuántas páginas, dónde se vendería… Si él no quería venir a la fiesta, solo nos quedó hacer un trabajo riguroso en torno a su figura. Nos planteamos saber quién es esta persona que nos gobernó, que nos ha contado su historia como él ha querido. Lo que hicimos fue cotejar todo lo que él dijo en varias entrevistas y contrastar. Tuvimos un trabajo de mucho rigor. Teníamos que trabajar duro en torno a las historias de su alrededor, pues debíamos permear las pasiones. Nos encontramos con gente que lo quiso mucho y después estaba desencantada, pero debíamos esos sentimientos trabajarlos con objetividad.

Tras la experiencia de censura que tuvo un libro como ‘El Gran Hermano’, ¿por qué apostar por esta publicación?

M: Nosotras nos planteamos, hace más de dos años y medio, un deber periodístico. Contar sobre la persona que nos gobernó y su contexto. También, el explicarnos a nosotras por qué la sociedad estaba tan polarizada. Bueno, y lo sacamos a los pocos días previos a que él deje el poder, estaba preocupado en su última sabatina y estaba centrado en el cambio de mando. Creo que nos manejamos con el factor sorpresa. Hasta ahora no pone ni un tuit del libro, ha preferido ignorarnos, y pienso que debe estar al tanto, pero considero que aprendió la lección con ‘El Gran hermano’, donde la censura pesó en su contra.

¿Qué representa José Peralta y qué representa José Peralta como Premio?

A: Si uno revisa la vida de José Peralta, pienso que ahí se resumen los principios de la revolución liberal, una revolución a la que debemos mucho. No tuvo unos planeamientos como la Reforma Agraria en México, pero sí ciertas bases para evitar la violencia que se desencadenó en la hermana Colombia. Y del reconocimiento, nosotras trabajamos con esfuerzo, sacrificamos muchas cosas, nuestras familias sacrificaron cosas, tuvimos mucha pasión, y es lindo sentir que ese trabajo es reconocido. Siento que es un premio a nuestra honestidad.