Dentro del programa ‘Carne segura’ se realizan operativos continuos.
En un local ubicado en la planta baja de una vivienda, en el sector de Guamaní, barrio La Victoria, en pobres condiciones de almacenaje y tratamiento se encontraron brazos, piernas, costillas, lomos, entre otros cortes, que sumados ascendían a más de mil libras de carne de res.
El propietario del local no pudo presentar ningún tipo de documentación que certifique que los productos cárnicos cumplen, al menos, con los requisitos sanitarios mínimos para ser expendidos dentro del Distrito Metropolitano de Quito.
Funcionarios de la Empresa Pública Metropolitana de Rastro (Emraq), con la colaboración de Agrocalidad, la Unidad de Policía Medioambiental y la Unidad de Investigación Contra el Abigeato de la Policía Nacional, determinaron que la carne encontrada proviene de camales clandestinos, ubicados en casas y terrenos baldíos que funcionan en el cantón Rumiñahui.
Mauro Mendoza, gerente General de la Emraq, explicó que en Rumiñahui no existe un camal autorizado hace muchos años. “El ganado de todo tipo es procesado en suelo de tierra en medio de perros y hasta ratas. Luego, antes de transportados a Quito, las piezas de carne son bañadas con una manguera”, puntualizó.
Añadió que los efectos nocivos para salud al consumir esta carne mal procesada son innumerables y están directamente relacionados con el alarmante crecimiento de las enfermedades crónicas gastrointestinales en Quito. (JS)