Un disco que se formó entre montañas

INTEGRANTES. Felipe Andino, Franco Aguirre, Alvaro Bermeo, Andrés Caicedo, Mateo Crespo y Jason De la Vega.
INTEGRANTES. Felipe Andino, Franco Aguirre, Alvaro Bermeo, Andrés Caicedo, Mateo Crespo y Jason De la Vega.

Guardarraya lanza hoy su nuevo álbum ‘Me fui a volver’.

‘Me fui a volver’ fue compuesto y grabado en 2016 y 2017 entre Quito y Cayambe, tuvo un proceso orgánico y diferente al de los anteriores discos de Guardarraya por la manera en el que fue grabado, por la intencionalidad y hasta por cómo fue mentalizado.

“Fue un proceso intenso de llegar al disco, trabajamos con dos productores, uno de sonido y otro musical. Fue bien satisfactorio y al final tuvimos una sensación de felicidad”, comenta el baterista Andrés Caicedo.

“Estuvimos nueve días encerrados en Cayambe en la casa de un amigo. Álvaro siempre tuvo esa idea de salir y grabar fuera de un estudio. La idea era un encerrón de juntar todo y vivir la experiencia de juntar tanta energía durante tanto tiempo”, explica el guitarrista Mateo Crespo.

Guardarraya hizo de aquella casa un estudio, las dimensiones de aquel lugar fueron idóneas para el sonido que querían obtener según explican Andrés y Mateo.

“Desayunar, grabar, almorzar, gramar, dormir, grabar, fue un proceso único que tal vez no se vuelva a repetir”, indica Caicedo. “El estudio es como un quirófano, tú vas y haces lo que te toca, en cambio acá uno iba y realizaba todo el tiempo un trabajo colectivo. Hay un trabajo detallado increíble que eso no lo haces en un estudio”, describe Mateo.

“Este disco es como un regresar a las bases de Guardarraya que eran dos guitarras de palo y el bongó del Caicedo. Las canciones se concibieron así, fue como un regresar del rock en el que estábamos montados a las bases acústicas. En la mitad del camino volvió a meterse el rock y se incorporaron muchos elementos novedodos y modernos. Por ejemplo, es el primer disco que contiene un teclado, full efectos, ambientes, secuencias, beats electrónicos y eso enriquece a esta vaina que ya no es tan roquera. Es un disco más calmado y para escucharle que para saltarle. Definitivamente más maduro’, agrega el guitarrista.

Otro proceso para tomar en cuenta en la realización de este disco fue el exitoso resultado de la campaña de ‘crowdfunding’, Guardarraya fue la primera banda en Ecuador que logró recaudar e incluso superar su meta de 10.000 dólares para la producción del mismo,

Guardarraya, presenta su cuarto disco de estudio hoy en el Teatro Nacional Sucre. Para mañana, a las 19:30 se abrió una segunda fecha debido a la fuerte demanda y a que se agotaron los boletos de la primera presentación.

El desgrane

‘Me fui a volver’ abre con las notas de ‘Zamba surreal’, una canción ya conocida y que en la versión de estudio demuestra la minuciosidad y el detalle de cada instrumento que compone esta melodía que es parte de los 13 temas que componen esta producción.

‘Chuchaqui’ le sigue y recuerda por qué el sentimiento de culpa, malestar y destrucción corpórea posterior a una borrachera transforma a una persona en un ente entre vivo y muerto que tan solo quiere sobrevivir. La melodía es relajada pero denota pesadumbrez al igual que el protagonista de una historia que es más tan antigua como el vino.

EL DATO
El disco fue mezclado por Manuel Calderón en Sonic Ranch Estudios en Texas, EEUU. y regresó a Ecuador para ser masterizado por Juan Pablo Rivas.Álvaro Bermeo describe en ‘Ecléctica’ a una mujer, tal vez alguien ideal tal vez un sueño o un estado de surrealismo que se mezcla con unas cuerdas de guitarra muy sutiles. Poco a poco la canción crece en instrumentos pero no demasiado ya que da paso a la siguiente canción ‘Burro yegüero’, un tema que experimenta con una guitarra un tanto funkie y donde las primeras pedaleras asoman.

‘La diabla’ también describe a una mujer fatal, Bermeo parece deleitarse mientras la nombra entre palabras de añoranza y deseo. Es una canción que se deja llevar y que aglutina sutiles efectos de guitarra y otros juguetes en segundo plano.

‘Machuca’ es como una conversación entre Bermeo y su guitarra a la que luego se unen sus compañeros de banda y de vida, unos vientos le dan un toque bohemio que se acopla perfectamente a la intención de esta melodía llena de soledad.

El ritmo minimalista en ‘Rullimán’ se impone y lleva la batuta para construir una melodía donde la voz principal le da espacio a los demás instrumentos para que conversen entre ellos.

‘Otro rato’ es una canción casi instrumental que al final invita a la voz de Bermeo a unirse, la melodía precede a ‘Enagua’, otra historia que suena que fusiona sutilmente elementos de rock y esbozos jazzeros al final.

Se podría decir que ‘Hoy’ es la canción más pop y en la que juegan más con efectos y juguetes electrónicos, es un trip musical experimental que antecede a un vals de ‘Seis ajices’, un tema con una atmósfera algo etérea, algo terrena.

‘Didascalia’ es una canción de humor/amor y sarcasmo puro.

El disco finaliza con ‘El payaso Andrés’, que cierra el disco acertadamente con un tema que lo tiene todo: relato, declamación, fondo de un bar, es como la esencia pura de un Guardarraya maduro que ha caminado años por sendas tortuosas y victoriosas. Aquí se conjuga el disco entero, es una firma final para quienes supieron esperar una producción concisa y compacta.

Pero para que el 13 no sea de mala suerte, el álbum contiene una décimo cuarta canción, un ‘bonus track’ que es un regalo para los fans y para cualquiera que escuche esta elaborada producción. (CC)DATO

Los artistas La Suerte y David Sur realizaron el arte del disco y los contenidos gráficos del mismo.