Salud privada

Pablo Izquierdo Pinos

Sí, había que regular los seguros de salud privados y medicina prepagada. Pero lo hicieron rápido y mal. La ley se aprobó con una mayoría de asambleístas (no legisladores) que desconocía el tema y a los que lamentablemente el fervor militante los llevó a recurrir a mitos y exageraciones para defenderla.

No disponer de cuentas nacionales en salud, estudios actuariales serios y contar con imberbes que hablan de salud desde el desconocimiento y que imponen esquemas restrictivos que generan “muros” y vuelven al sistema más inviable, discriminatorio e ineficiente, justificándolo todo con el “histórico” lo pagamos todos. A pesar de esto, tampoco creo que las empresas de medicina prepagada colapsen. Es un sector con un alto grado de concentración de capital, las cinco empresas más grandes controlan casi el 70% de todos los ingresos.

Al contrario de lo que ocurre en países desarrollados, en Ecuador el sector privado de la salud, creció sin prisa pero sin pausa. Un millón de afiliados buscaron resolver no la calidad sino, al menos un lugar donde atenderse en la mejor condición. Esa búsqueda alternativa de salud refuerza la idea de que el hospital público es para pobres y ese mensaje peligroso cuestiona la solidaridad, esencial para construir un sistema integrado que debería basarse en un sector publico competente.

Privatizar la responsabilidad por la atención de salud desdibuja este derecho, impide una integración racional y evidencia la ausencia de políticas que establezcan dirección y articulación entre sectores. En un país justo, la medicina prepagada no es una opción, el sector es minoritario y reservado para servicios complementarios del sistema público. La necesidad de pagar una cuota mensual para estar protegido y la compulsividad de una población por tener acceso no hacen más que ratificar la falta de dicha garantía en el Ecuador.

Con estas dos “saludes”: ¿es ético que quienes “atacan” a la medicina prepagada sean los mismos que usan sus servicios y no del sistema público, hablen de ampliación de derechos mientras olvidan las obligaciones, al no garantizarlo para todos?

[email protected]