Ruperto Long presenta ‘La niña que miraba los trenes partir’ en Ecuador

Escritor. Presentó su obra ayer en Guayaquil.
Escritor. Presentó su obra ayer en Guayaquil.

Presenta ‘La niña que miraba los trenes partir’ hoy (18:30) en Mr. Books El Jardín.

El escritor uruguayo Ruperto Long trae una conmovedora historia que se alimenta de varias voces. Con una rigurosa investigación como cómplice en la escritura, el autor aborda a la xenofobia, a la migración, a la Segunda Guerra Mundial y al nazismo en ‘La niña que miraba los trenes partir’ (Aguilar).

La pequeña Charlotte, una niña belga que desaparece en Lieja una vez ocupada por los nazis; su tío Alter, obligado a desempeñar funciones en uno de los guetos alemanes; Dimitri Amilakvari, militar francés de origen georgiano, y Domingo López Delgado, un soldado uruguayo que se enrola como voluntario en las fuerzas de la Francia Libre, amalgaman una obra que se ha hecho acreedora del Libro de Oro de Uruguay 2016, además de ser el cuarto libro más vendido el mes pasado en Italia tras su traducción.

El tren simbolizó el progreso. Considerando el sentido del título del libro, ¿se puede hablar metafóricamente de que la lucha hacia el progreso termina coartando las libertades?

Efectivamente, el tren ha significado el progreso y el poder salir, el viajar, el ser libres de alguna manera. Pero a la niña le llamaba la atención esos trenes de partida, que llevaban prisioneros. Se ha escritor que el nazismo hubiese sido imposible sin el sistema de rieles. Justamente, fue el medio de movilización e imposición del nazismo. Entonces, el ferrocarril te presenta lo mejor y lo peor, como las historias de la novela, donde se puede apreciar las valores humanos y nuestras mezquindades.

Es una novela histórica cargada de testimonios, ¿dónde y cómo entra el trabajo creativo?

Entra y mucho. Lo que uno recoge son retazos de fragmentos. Los hechos son reales y para construir la novela necesitas de un ambiente, de ir creando personajes. Por ejemplo, la presencia de un mesero es importante, porque en la época era como nuestro Facebook pues te llevaba toda la información (risas). Lo que sí, uno debe ser respetuoso de la realidad, hay que investigar mucho para entender lo que pasaba para a ir recreando con la imaginación.

Es innegable que Ana Frank conduele a todos, ¿pero siente que con la voz de Charlotte y la presencia de Domingo puede generar una mayor proximidad del lector de nuestra región?

EL DATO
En Mr. Books, hoy a las 18:30, dialogará con Jorge Ortiz.Por un lado hablamos de una niña que va huyendo, que se moviliza permanentemente en el transcurso de la guerra. Ella tiene similitudes con Ana Frank, pero la movilidad es muy distinta. Por su parte, Domingo fue uno de los que fue a pelear desde Uruguay por un afán de libertad, por lo que hablamos de un territorio más cercano. Pienso que esa movilidad y que esa geografía de alguna manera sí terminan creando cierto lazo de empatía.

Más allá de la desolación que deja la guerra, el reproche por sobrevivir resulta impactante, como que devela nuestras miserias…

Revela miserias, pero también ciertas riquezas porque hay una infinidad de gestos que demuestran cómo un ser humano puede ayudar a otro. Ser sobreviviente, para muchos, resultó una suerte de culpa, las mismas personas se autoreprochaban.

¿Qué representa Domingo para Ud.?

Además de ser una persona entrañable, es una persona muy querible por dos razones: primero, entendiendo el contexto histórico, fue alguien que peleó por sus ideales, que lo dejó todo por lo que creía, y que regresó una vez finalizada la guerra, a su pueblito y actuó con la humildad de siempre; después, que tras su retorno se volvió un pacifista militante, quien no hacía gala de la guerra sino que impulsaba la paz.

¿Cuándo un libro vale oro?

Creo que cuando se genera una comunicación entre el lector y el escritor, más allá de cualquier premio. (DVD)

PERFIL

Ingeniero civil, político y escritor uruguayo (Rosario, 1952). Ha sido senador de Uruguay. Ha publicado ‘Che Bandoneón’, ‘Hablando claro’ y ‘No dejaré memorias. El enigma del Conde de Lautréamont’. Entre sus reconocimientos destaca el Premio Eslabón Solidario, por su apoyo a las personas con discapacidad; el ‘World Trade Center Morosoli’, por la creación Espacio Ciencia, y el ‘Génesis’, a los inventores nacionales uruguayos.