Licor maldito…

Pablo Izquierdo Pinos

“Que quitas los pesares/ que alegras corazones y matas el dolor/ te necesito cuando me encuentro triste/ eres fiel compañero en mi soledad”: La injusticia y la indiferencia de la salud pública frente al alcoholismo es reflejado en el pasillo premonitorio de J.J. El dolor sigue ensañándose con los más pobres, estigmatizados por su enfermedad como delincuentes y abandonados a su suerte, si bien los estratos con ingresos mayores son los que consumen más alcohol.

El incremento de la carga impositiva, lejos de mostrar una reducción en el consumo, dio lugar a un crecimiento informal representado por el contrabando, la adulteración y el comercio clandestino. Los ingresos por esos impuestos no se destinaron a programas de prevención, control y atención de las adicciones.

Los mismos negligentes de Salud nos venden propaganda y sufren la contradicción de tener pretensiones del primer mundo, pero las calamidades más primitivas los ubican en la realidad. Mientras constantemente viajan a Ginebra y Nueva York a recibir premio tras premio, porque somos el sexto país en el mundo en tener el mejor sistema de salud, los únicos hospitales acreditados (el Grupo de los 20, un poroto), asoma la impunidad con sus macabros rostros: niños abusados o muriendo por desnutrición, madres (adolescentes) que mueren en el parto y jóvenes que mueren o quedan ciegos por tomar alcohol metílico.

En 2011 más de 50 ecuatorianos fallecieron por ingerir metanol, 16 quedaron ciegos. Los años siguientes, las muertes en menor proporción no pararon y este año ya son 25 los muertos y varios los ciegos. Pareciera que todo funciona de maravillas, al menos ese es el mensaje político que repiten en los discursos, pero, en realidad ¿funciona?, ¿dónde están las maravillas que nadie ve?, ¿qué políticas públicas implantaron los ministerios de Salud (Arcsa), Interior, la Secretaría de Drogas? ,¿acaso no critican y se callan porque vienen de gestiones anteriores?

Macondo: El viceministro del Interior, flanqueado por la ministra de Salud, aseguró, “Determinaremos los responsables”: Estuvo sentada a su derecha, señor. No sorprende que incomprensiblemente el Presidente también los premie con su respaldo -como en el caso del IESS- y siga el perverso círculo de silencios y complicidades donde siempre se olvidan las víctimas.

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