POR: Laura Benítez Cisneros
Nos hace falta que gobierne con sus propias leyes de conciencia y sacrificio pensando en un cambio, que es lo que nuestro pueblo necesita con urgencia, para salir de esta crisis agobiante que cada día nos consume, sin trabajo, sin dinero circulante y la falta de fuentes laborables, con impuestos y leyes que aún no han sido derogadas y que vienen arrastrando las secuelas del anterior régimen desleal al pueblo.
La unidad de lucha, por la que la ciudadanía y la gente pide al supremo gobierno de hoy en día, es un cambio eficaz en su estructura gubernamental de hecho y derecho, para que una auténtica democracia sea la que se empodere de la realidad nacional que estamos viviendo los ecuatorianos y en especial los que vivimos en la zona de frontera, que debemos tener un trato único dentro de la economía nacional.
Los avances sociales y económicos que fueron impulsados por el anterior gobierno, han constituido una constante preocupación al pueblo, que han sido vividos por los ecuatorianos como fenómenos amenazantes a nuestros intereses sociales y económicos, por los múltiples casos de corrupción que son de conocimiento por la opinión pública. Luchar contra ellos es muy complejo, por la tendencia y afinidad que aún quedan en el mando autoridades a fines al gobierno anterior.
Debemos tratar de conquistar nuestros derechos, con el análisis de la realidad nacional que la realizaron los miembros de la anti corrupción que demostraron al país el grado máximo de deterioro existente.
La estrategia que debe emplear el primer mandatario, ante los medios, el pueblo, es logrando los objetivos que se propuso al inicio de su mandato, como: el diálogo anunciado en donde el plan de lucha sea de inmediato y real, para adquirir una nueva sociedad justa del pueblo y para el pueblo.