Un extranjero en su propia tierra

REDES. El trabajo del artista se puede escuchar en Spotify y las principales plataformas web musicales.
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Hombre Pez emerge con su segundo trabajo musical.

Hombre Pez, el nombre que Sebastián Game adoptó hace varios años para identificarse musicalmente, volvió a Ecuador para promocionar su segundo disco de estudio ‘Extranjero’.

Y es que el título define perfectamente a la vida de Game durante una buena época en la que vivió fuera del país, específicamente Santiago de Chile, capital que lo acogió y que le dio otras luces musicales para formar varios proyectos y amalgamar su carrera de solista.

“Este disco (‘Extranjero’) lo hice en un periodo de mi vida en el que estuve viviendo en Santiago de Chile durante cinco años. Fue casi sin querer, un proceso de cierre con mi vida en el que fui un extranjero migrante. Extranjero uno puede serlo en cualquier lado cuando se tiene una falta de identificación con los símbolos patrios y esas cosas que considero innecesarias y que no aportan. Ese es el discurso político del disco”, explica Sebas, quien también formó parte de la banda ecuatoriana Biorn Borg.

Hombre Pez explica que durante su estancia en Chile, se empapó de un movimiento bastante ‘underground’ donde conoció a gente que luego fue parte de sus grabaciones.

El primer tema promocional del disco fue ‘Soles juveniles’ y el músico lo siente como “un relato que une el disco anterior, un poco más visceral y contestatario, con este que es conciliador y maduro. Es una reflexión de la juventud pesada y roquera y entro a otra etapa de ‘joven adulto’, con ‘la máquina’ un poco más dañada… (risas)”.

TOME NOTA
Destacan en el álbum las canciones: ‘Titular de hoy’, ‘Vamos partiendo’ y ‘Soles juveniles’Este álbum, que se grabó en 2016, tiene dos grandes peculiaridades que lo atraviesan que son la política y la sonoridad de una fusión de ritmos e instrumentos latinoamericanos: “La política en Santiago de Chile me influenció, sobre todo en los movimientos sociales que tienen mucha fuerza pero que son constantemente reprimidos por el estado. Todo esto te lleva a un pensamiento político para practicarlo, no desde el punto de vista tradicional de los partidos, sino a través de una política más efectiva de acción civil”.

En una charla con este diario, Hombre Pez detalló un poco más acerca de ese pensamiento que abarca el disco y cómo llegó a un sonido que fusiona varios estilos propios del continente latinoamericano. (CC)

A primera vista, el disco maneja un discurso que no llega a ser ni muy de izquierdas ni muy de derechas. ¿Por qué?

La izquierda y la derecha son vicios antiguos de la democracia que ya están en su momento de su muerte natural. En el fondo, si te pones a ver ya está todo viciado, en ese sentido creo que lo mejor es apuntar y cuando lo haces, no es desde la izquierda o la derecha sino como una crítica a ambas. La sociedad sigue funcionando bajo esos paradigmas pero empiezan a surgir nuevas tendencias y pensadores. A mí me gusta mucho Guy Debord, pensador francés de los años 60’, quien escribió ‘La sociedad del espectáculo’, para mí esa obra es como gran parte de mi ideología. Todo eso lo reflejo en el disco.

¿Ves paralelismos entre Ecuador y la sociedad chilena?

No tanto. Quito es una ciudad más chiquita y en ese sentido, los fenómenos sociales se dan de una manera más micro y repercuten de una manera más directa porque es más fácil el acceso. Allá en temas sociales hay cosas en las que se ha avanzado mucho como el aborto en tres causales, se discute el tema del matrimonio igualitario, la legalización de la mariguana, que está metida como proyecto en el Congreso desde hace muchos años y aún no pasa nada. Todo esto tampoco es que crea un cambio muy profundo en la política chilena misma, por ejemplo siguen con la misma constitución de Pinochet.

¿Qué te influenció para hacer un disco con una sonoridad de varios géneros latinoamericanos?

EL DATO
Un año se tardó en grabar todo el disco.Eso es algo que siempre estuvo en mí. Siempre lo hice pero nunca lo grabé. Cuando tenía 19 años me fui de mochilero por Latinoamérica con un charango, una zampoña y nada más y entre la falta de dinero y moverme con gente de la calle aprendí mucho de la música latinoamericana. La cumbia en ese sentido es la columna vertebral de Latinoamérica musicalmente hablando porque hay cumbia desde Venezuela hasta Argentina con distintas interpretaciones. Es importante que retomemos nuestra identidad musical.

¿El álbum al final se vuelve un poco más roquero. Esto fue a propósito?

Los temas los fui armando en varios momentos de mi vida y la forma en la que están distribuidos sí fue pensado así pero no los compuse en ese orden. La primera mitad del disco es más tranquilo y reflexivo a diferencia de la última.

¿Qué otros músicos colaboraron en tu disco’

La batería la grabó Bastián Napolitano, la percusión Manuel Paredes y Gonzalo Cea. Yo grabé el bajo, sintetizadores y todas las guitarras. El violín lo grabó César Gómez (…) en total grabaron más de 10 personas en los Estudios del Sur, en las afueras de Santiago y en Estudio Playa de Felipe Castro (productor).