Cataluña prepara independencia entre la inquietud internacional

ESPERA. Los independentistas catalanes están impacientes por la decisión que se tome. (AFP)
ESPERA. Los independentistas catalanes están impacientes por la decisión que se tome. (AFP)

Las posiciones entre Barcelona y el Gobierno central de Mariano Rajoy se distancian cada día más después del voto del domingo y ninguno quiere ceder.

Rdacción BARCELONA

AFP

Los partidos independentistas de Cataluña preparaban ayer los últimos pasos antes de la declaración unilateral de independencia, provocando llamamientos al diálogo de la Comisión Europea y una fuerte caída de la bolsa de Madrid.

El lunes próximo, el presidente regional Carles Puigdemont debe comparecer ante el parlamento catalán para valorar los resultados del referendo prohibido del primero de octubre. Ese día, «se podría producir la declaración de independencia», explicó una fuente del Gobierno regional.

La escalada de la crisis genera inquietud en el continente y por primera vez la Eurocámara debatió al respecto. «Llegó el momento de dialogar, de encontrar una salida al callejón sin salida, de trabajar dentro del orden constitucional de España», dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.

Pero los eurodiputados de los principales grupos también pidieron a las autoridades catalanas evitar una declaración de la independencia que, en opinión del portavoz de los socialdemócratas Gianni Pittella, «echaría más leña al fuego».

Opciones

Puigdemont reiteró en distintas ocasiones la necesidad de una mediación entre ambos ejecutivos para solucionar una de las peores crisis en las últimas décadas en España.

En un discurso televisado ayer, el dirigente catalán acusó al Gobierno español de no aceptar «ninguna de las opciones de mediación que ya hay encima de la mesa», entre ellas una del presidente regional del País Vasco, Iñigo Urkullu, según explicó el Partido Nacionalista Vasco.

«Creo, con toda sinceridad, que vuelve a ser una gran irresponsabilidad», aseguró Puigdemont.

«Está absolutamente fuera de la realidad», le respondió justo después la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría.

RECHAZO. Ayer, en Madrid, también hubo marchas a favor de la unidad nacional. (AFP)
RECHAZO. Ayer, en Madrid, también hubo marchas a favor de la unidad nacional. (AFP)

Turbulencias económicas

La inquietud prendió entre los inversores y el índice principal de la Bolsa de Madrid, el Ibex-35, perdió 2,85% en la sesión de este miércoles.

Especialmente sufrieron los dos grandes bancos catalanes, CaixaBank y el Banco de Sabadell, con pérdidas del 4,96% y 5,69%, mientras que el Santander, primer banco español, perdió 3,83%.

Cataluña, con una fuerte industria exportadora y turística, es la región más rica de España junto con Madrid y aporta el 19% del PIB español.

Un importante lobby económico regional, el Círculo de Economía, mostró en un comunicado «su preocupación máxima» ante una declaración de independencia y criticó «la violencia inexplicable» del domingo.

País dividido

En los próximos días, el ejecutivo catalán debe oficializar los resultados del referendo que según sus cuentas ganaron con un 90% de síes y una participación del 42,3% de los 5,3 millones de electores.

La sociedad catalana está dividida casi a partes iguales sobre la cuestión. Asociaciones unionistas, apoyadas por el Partido Popular de Rajoy, convocaron una manifestación en el centro de Barcelona con el lema «¡Basta, recuperemos la sensatez!».

Ánimos encendidos

En Cataluña, los ánimos están encendidos desde la brusca intervención policial del domingo contra los manifestantes que se concentraban frente a los colegios electorales para proteger las urnas de votación.

El enfado se reflejó el martes con una huelga general y numerosas manifestaciones en toda la región contra la violencia policial. Solo en Barcelona, con 1,6 millones de habitantes, unas 700.000 personas se movilizaron en diferentes marchas.

Por su parte Antoni Marti, el presidente de Andorra, un pequeño país situado entre Francia y España culturalmente muy ligado a Cataluña, pidió un «diálogo político» para salir de la crisis.

El gobierno español rechaza la mediación

El gobierno español rechazó ayer el llamamiento del presidente independentista catalán Carles Puigdemont a la mediación mientras continúe amenazando con declarar la independencia.

«Si el señor Puigdemont quiere hablar o negociar, o quiere enviar mediadores, sabe perfectamente lo que debe hacer antes: volver a la senda de la Ley, que nunca debió abandonar», dijo un comunicado del Gobierno.