Literatura y pasillo

POR: MIGUEL ÁNGEL RENGIFO ROBAYO

Cuando uno reconoce el ecuatorianismo en ciernes, preferentemente se empieza por la música, quizá sea luego la literatura, o mejor dicho la expresión mas popular de todas, la música.

En los albores de la naciente modernidad hacia 1920, en ese Quito de antaño, las serenatas quiteñas exponían la reciente poesía moderna, poesía hecha canción, pero la importancia histórica del pasillo ecuatoriano, en cuanto a su origen se remonta muchos años atrás; su desarrollo, dimensión literaria y musical, merece profundizar en la música, letra, composiciones y sabor literario gravitante y sustentador de la cultura, cuyas obras artísticas nacen de la entraña espiritualidad del Ecuador.

Músicos, poetas que contribuyeron al pasillo a través de su virtuosismo y la naciente inclusión de los conservatorios en varias ciudades con referentes importantes han hecho del pentagrama y cancionero musical ecuatoriano una amalgama perfecta de este género musical.

Oswaldo Rivera Villavicencio, Latacunga 1930, escritor y poeta publicó en 2008 con el título “Literatura en el pasillo ecuatoriano” un ensayo de largo aliento que refleja el desarrollo y parentesco que existe entre literatura y el pasillo ecuatoriano; esta obra tiene la misión de vigorizar el estudio de la literatura en el pasillo ecuatoriano, escrutando a sus exponentes en la poesía y en la música, conocidas y reconocidas en el país.

Una cronología basta y sucinta de valores musicales y literarios, considerándolos de singular variedad y esenciales en las líneas melódicas, en la armonía, en el impresionismo, corrientes literarias y los contrastes sentenciosos; un ensayo que trae a colación el día nacional del pasillo ecuatoriano y que lo celebramos con entusiasmo.