Nuestra Bandera Nacional

POR: Laura Benítez Cisneros

En estos momentos de crisis nacional que estamos viviendo en el país, por los casos de corrupción suscitados en la última década, nos estamos olvidando de celebrar el civismo y de rendir un homenaje a nuestra Bandera Nacional, que fue enarbolada por el General Francisco Miranda, uno de los precursores de la Independencia Iberoamericana, en el puerto venezolano de Vela Coro el 6 de Agosto de 1806, según cuenta nuestra historia. Devolviéndonos el tricolor colombiano-ecuatoriano, con los tres colores que son: amarillo, azul y rojo que forman la trilogía perfecta de la Patria y que es nuestro símbolo de veneración nacional.

El Congreso Nacional de esa época de 1900, dedicado a velar por la integridad nacional de los ciudadanos y del pueblo expidió el Decreto de que se ejecuté el pedido propuesto, por el General Eloy Alfaro el 17 de Noviembre de 1900, en el cual se manifestaba que la latitud del color amarillo es el doble de los otros dos colores.

Asimismo se oficializó el uso del Escudo de Armas en el Centro del Pabellón Nacional que lucirán las Fuerzas Armadas, los barcos mercantes, las instituciones, los edificios públicos, privados y el pueblo en general. Que en las fiestas cívicas, debemos izarlo, despacio, saludándolo al pasar delante de nosotros, siempre guardándole veneración y respeto que con su hermosura que abarca las miradas de mejores horizontes con la finalidad de captar ideas renovadoras para engrandecernos el presente y futuro del suelo que nos cobija con su delicado manto.

Y por Decreto Legislativo del 26 de Septiembre de cada año, celebramos el Día de la Bandera. El Congreso de ese entonces señaló esta fecha para conmemorar el triunfo de las tropas legendarias de Tarquí, Pichincha y las dirigidas por García Moreno en 1860. De esta manera nuestro tricolor siempre lo amaremos, lo veneraremos y lo glorificaremos.