La peor herencia recibida

La apropiación de las inquietudes ciudadanas, a pesar de las resistencias dentro de las filas de su partido, es hasta ahora uno de los rasgos diferenciadores del gobierno del presidente Moreno en relación con su antecesor. Sin embargo, su defensa del Presidente de la Judicatura en gran medida contradice, en la práctica, el discurso de apertura y apaciguamiento social que lo fundamenta.

Crecen las denuncias sobre la intromisión flagrante y el estilo de “ordeno y mando” del Ejecutivo en la Función Judicial, pero no hay un llamado de atención aunque solo fuera retórico a sus cabezas visibles. Esa forma de entender la tolerancia y el respeto de alguna manera sirve también de escudo a aquellos operadores de justicia que bajaron la cabeza y con su actuación cometieron graves injusticias.

Este respeto a la posición ajena más temprano que tarde se transformará en un fardo de interrogantes negativas que tendrán que llevar sobre sus espaldas quienes hoy ejercen el poder. Esta es una de las peores y más bochornosas de las herencias recibidas. Lo atestiguan las decenas de compatriotas encarcelados injustamente para satisfacer los apetitos de venganza que son del dominio público.

Esta laxitud del Gobierno no le llevará a consolidar su política de apertura, paz social, diálogo y entendimiento entre los diversos sectores de la sociedad. El miedo a ofender abrirá la ventana al corrompido y corruptor populismo que ya conocemos muy bien los ecuatorianos, porque fue el instrumento que se utilizó para dividirnos y enfrentarnos unos contra otros.

«Voz del exilio, voz de pozo cegado, voz huérfana, gran voz que se levanta como hierba furiosa o pezuña de bestia”.

Álvaro Mutis
Novelista y poeta colombiano (1923-2013)

«En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos”.

Benjamín Franklin
Político e inventor estadounidense (1706-1790)