POR: Laura Benítez Cisneros
La sensatez del Papa Francisco se fundamenta en el perdón, la justicia y la promesa, en estos momentos de alegría, regocijo y paz que el pueblo colombiano los está viviendo ya que el perdón es una acción buena de impedir que los malos actos cometidos en el pasado arrastren la maldad, engaño y venganza hacia un futuro próspero que está lleno de ideales, principios, justicia social, paz y libertad para nuestros pueblos que hoy están convulsionando por la envidia, mentira y corrupción.
Hoy es el momento de escuchar la palabra del Papa, que con su cayado de la verdad y promesa es la única manera de unir el presente con el futuro en la fe y caridad cristiana entre hermanos. La invitación que realiza el Papa Francisco al pueblo colombiano es de ser más humanistas y que se priorice la lucha a la desigualdad y pobreza, en este momento en que está renaciendo una nueva Colombia.
Entre los mensajes, el más claro y sencillo fue el de la paz, que consiste en resolver las causas estructurales de la pobreza que han generado violencia, enfermedad y miedo al terrorismo, a los conflictos armados que mantenían. Hoy en día, la gran mayoría de los colombianos apoya que se haya terminado el conflicto bélico, que para las generaciones nuevas de jóvenes, quienes fueron los que ganaron con la paz, les toca ir recuperando parte de su vida y país. Ya no habrá desplazamientos, ni emigraciones a los países vecinos.
Los colombianos están seguros de que la visita del Papa Francisco ha servido para sellar la fe, esperanza y caridad entre hermanos colombianos en la que su fuerza de unidad curará las heridas llegando al perdón mediante la reconciliación de sus espíritus, de todos aquellos que sufrieron la gran agonía del combate armado.
El momento ha llegado en el que el pueblo colombiano disfrute su libertad, paz y tranquilidad entre hermanos.