“Lo que encontré en el crossfit es que puedo hacer una actividad deportiva sin barreras”, comenta Bernardo Vásquez, quien tiene discapacidad física y quien practica esta disciplina desde hace 11 meses.
Vásquez y Alex Almeida, quien tiene desprendimiento de la médula espinal, practican esta disciplina deportiva tres veces por semana. La silla de ruedas que necesitan para movilizarse no ha sido un obstáculo para que entrenen con normalidad.
¿Cómo son las clases?
Jorge Luis Cárdenas, entrenador en Naru, explica que el primer paso es la evaluación. “Cuando una lesión es reciente, las personas tienen que realizar fisioterapia para adaptar su cuerpo a su nueva condición. Una vez que recibieron el alta, puede realizar una actividad diferente”.
Luego se proceden con los ejercicios, los cuales se adaptan a las condiciones físicas de cada uno, sin ninguna limitación.
El objetivo
De acuerdo a Cárdenas, con el crossfit se busca recuperar la movilidad natural de las partes del cuerpo que no están afectadas, pues con el tiempo se pierde cierto rango de movilidad natural del cuerpo, al utilizar cualquier implemento para desplazarse. “Las personas con discapacidad tienen un estado que es de espasticidad (músculos de las extremidades que no tienen movimiento se contraen). Lo que buscamos es que las extremidades en condiciones buenas puedan moverlas de manera natural”.
Una vez que se logre dicho paso, el siguiente es trabajar en fortalecer todos los grupos musculares que ellos pueden mover.
De acuerdo a Cárdenas, la energía que ponen las personas con discapacidad es alta. “Lo que buscan es llevarse ellos mismo un paso más adelante. Es su propio crecimiento”.
Desde la experiencia
Vásquez y Almeida siempre estuvieron vinculados al deporte. Antes del accidente practicaban ciclismo, corrían en la montaña o hacían carreras pedestres. Según Almeida, su recuperación fue más rápida gracias al deporte.
TOME NOTA
Naru Crossfit se encuentra en Los Cactus Oe1-170, norte de Quito. El teléfono es: 098-628-6038Por su parte, Vásquez afirma que luego del accidente lo primero que quiso hacer es volver a practicar alguna actividad deportiva. “Apenas salí del hospital hice gimnasio por un buen tiempo. Pero n necesitaba algo más intenso. Empecé a hacer kayak en el lago San Pablo o en el mar y como no se puede hacer todos los días busqué algo entre semana”.
Por su parte, Almeida cuenta que el crossfit se convirtió en un hábito. “Me permite ir mas allá de lo que ya había probado”. Asimismo, dice que no hay excusa para no practicar deportes. “¿Si yo estoy aquí, tú por qué no?”. (JG)
Sobre el instructor
Jorge Luis Cárdenas es dueño y entrenador de Naru Crossfit. Es certificado en crossfit L1, levantamiento olímpico, gimnasia, condicionamiento metabólico, endurance y nutrición. Se especializó hace tres años en San Diego, California.