Rosalía Arteaga Serrano
La pregunta es para el presidente Lenín Moreno. ¿Qué espera, Presidente, para remover y cambiar al equipo que maneja el sector económico del gobierno?
Es la pregunta que nos hacemos muchos ecuatorianos, desde que usted mismo reconoció que no le habían dejado la mesa servida, que la deuda interna y externa era mucho mayor que aquella de la que se vanagloriaba el anterior mandatario, por supuesto que secundado por esos mismos funcionarios que, según lo que se deduce de sus propias expresiones, le mintieron al país y le mintieron a usted como Jefe de Estado.
Es también fruto del “descubrimiento” de que muchas de las obras que se hicieron y que adolecen de defectos, de sobreprecios, de situaciones por las que ronda la corrupción, fueron obras de pacotilla y en las que, por supuesto, el equipo económico, en su mayor parte heredado del cuestionado régimen anterior, tuvo mucho que ver.
Han pasado los simbólicos 100 días, en los que la popularidad del presidente ha crecido, sobre todo entre los sectores que no votaron por él, basados en el llamado al diálogo, en las voces de concertación, en las declaraciones de no dejar que la corrupción quede en la impunidad, así como en la decisión de que no haya interferencia entre los diversos poderes del Estado.
Ese bajar de las voces violentas e intemperantes le ha hecho bien al país, sin duda, pero los ecuatorianos esperamos más, queremos ver el timón de la política económica en las manos más capacitadas, que no le hayan mentido al país, que nos ofrezcan garantías de que se está enrumbando al país por mejores derroteros, con tranquilidad para la inversión, con veracidad en los números y en las cuentas, con medidas que estimulen el empleo y la generación de recursos.
Las decisiones están en sus manos Presidente.