Fue muy cierto

Rocío Silva

¿Sería cierto que se dividieron familias entre el fanatismo y la razón?, es la primera duda que se viene a la reflexión, luego de la década del anterior Gobierno; parecería que esas confrontaciones muy propias de épocas oscurantistas, no pudieron darse en este País; pero sí, que hubo familias divididas lo hubo. Ahora no se trata de imponer ganadores vanidosos o perdedores resentidos, se trata de entender que la gloria mal habida de unos pocos, no puede ser vista como un modelo a seguir, sino que debe fomentar el espacio de la discusión asertiva.

¿Sería cierto que se persiguió sin límite alguno a quienes osaron denunciar actos de corrupción?, es la segunda duda que cabalga en ruedo en el pensamiento de quien sueña con un Ecuador justo para sí, sus hijos y sus padres. ¡Qué duro! fue ver tantos casos, en los que a más de saber que se hizo abuso extremo del poder, no podíamos ni siquiera comentar la injusta crueldad.

Ahí estuvo una Verónica Saráuz esposa y madre entregando el certificado de depósito judicial por el valor de $44.301,60, con el fin de que se levanten todas las medidas cautelares que pesaban contra su esposo, el activista político Fernando Villavicencio, dentro del juicio por injurias y la insolvencia en la que se le declaró. Quien recibió ese dinero sabe en sus adentros que mal habido, que todo aquello que se obtiene sobre el dolor el diablo se lo lleva. Ahí está el Dr. Juan Vizueta Ronquillo, presentando un recurso de revisión de la sentencia para Galo Lara, sentenciado a 10 años por complicidad en un crimen, a partir de un testimonio negociado; en cuya primera instancia se comprobó un alto grado de odiosidad demostrada contra el exlegislador.

¿Sería cierto que se atentó inmisericordemente contra el artículo 96 de la Constitución, que reconoce y legitima formas de organización, como expresión de la soberanía popular? Sí fue cierto, al tal extremo que mediante documentos trasnochados se eliminaron tantas organizaciones, y con ellas tantos procesos y sueños. En fin, si fue cierto que vivimos el totalitarismo.