El agro, única opción

EDUARDO CHIRIBOGA APONTE

La voluminosa proforma presupuestaria enviada por el Ejecutivo, muy similar a la del gobierno anterior, cuyos requerimientos de financiamiento y déficit fiscal llegan a cifras impagables y cuyo rubro para amortización de las deudas públicas alcanza a ser casi la mitad de los ingresos permanentes, nos hace pensar que no ha cambiado nada la óptica en el manejo del país. Es más, el equipo del frente económico, preocupantemente, sigue siendo el mismo.

Sin embargo, la predisposición del mandatario Moreno a escuchar a todos los sectores, lo que ha incrementado su popularidad, hace pensar que puedan ser reales sus intenciones de verter sus ojos al campo, aunque sea una frase trillada por todos los políticos. Y es que las preventas petroleras, la inestabilidad del precio del crudo, sumadas a la irresponsabilidad y opacidad con que se manejaron y construyeron las maga construcciones en tiempos del ex, tiene que hacer meditar al gobierno que lo que sucede en el campo, es un crimen organizado en contra de, no solo los que viven en áreas rurales, sino de todo el país.

Y si bien el equipo económico tiene que cambiarse, el equipo que inicie el profundo cambio en el agro ecuatoriano no debe ser integrado casi exclusivamente por representantes del sector industrial exportador solamente, sino que hay que mirar lo que sucede dentro de las cadenas productivas, donde se maltrata al pequeño productor, donde el intermediario se lleva en pocos minutos la renta del esfuerzo del productor ocasionando el lamentable y continuo éxodo de sus hijos a la ciudad. Cambiarle la estructura mental del agroexportador que data desde la colonia, es complicado.

Siempre han sido pocas industrias y rubros los que tienen las de ganar, en detrimento de millones de compatriotas. Y para iniciar esa transformación, sin que haya grandes lesionados, el Consejo Consultivo Productivo y Tributario tiene que escuchar a todos los actores de las cadenas, para llegar a acuerdo tripartitos sustentables en el tiempo. La sociedad civil organizada y capacitada requiere abrir espacios de diálogos directos para aupar este noble cometido. Caso contrario, la Gran Minga… será un saludo a la bandera.

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