Socializar


Se ha vuelto muy común el uso antojadizo de palabras que tienen un significado muy diferente al que se les pretende dar y que, al leerlas o escucharlas con tanta frecuencia, se presume que hacerlo así es normal. Este es el caso de “socializar”. Con ella se pretende decir que se va a dar a conocer algo, cuando lo correcto es “difundir”. Diariamente, asambleístas, políticos, toda la prensa, editorialistas, entidades públicas y privadas, la han convertido en palabra favorita, deformando el idioma. El dato aparecido en la prensa con relación con hallazgos de la Contraloría al examinar cuentas de la Asamblea, me impulsa a escribir esta nota, ya que en ella aparece que se analizó un contrato para “Planificación, Formulación y Desarrollo de Estrategias Comunicacionales para la Difusión y Socialización del Quehacer Legislativo…”. Observen los lectores cómo se usa indiscriminadamente las palabras difusión y socialización juntas. Cuánta incompetencia existe. Socializar, según el Diccionario de la Lengua Española, en ningún momento equivale a dar a conocer algo. También está de moda introducir palabras nuevas sin siquiera entender qué significado tienen; o saber si existen o no, tal el caso de “empoderar”, con la que, creo, pretenden expresar hacer suyo algo. Esta palabra no existe en nuestro idioma. El uso continuo, en especial en el sector público, de “sumilla”, cuando quieren referirse a rúbrica o rasgo caligráfico. Esta palabra tampoco existe; sin embargo, se la repite sin reparo alguno. “Insuceso” es otra palabra que no consta en el Diccionario de la Lengua Española. Qué contrasentido. Quiere decir que no sucedió. “In” se antepone como negativo a determinadas palabras, p/e: inservible, invisible, inculto. Buena tarea tienen los centros educativos, la prensa, los políticos, los asambleístas, las entidades públicas y privadas, los padres.


Luis Holguín Ochoa

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