Asambleístas de diferentes bancadas expresaron su apoyo a las medidas de austeridad anunciadas por el presidente de la República, Lenín Moreno, que incluyen la venta de algunos activos y la rebaja de sueldos del 10% en el nivel jerárquico superior del sector público. El criterio es general: son medidas necesarias para superar la crisis, dicen.
Pero las organizaciones obreras consideran que la rebaja salarial deberían incluir a los asambleístas, que así demostrarían que están en sintonía con el llamado a la austeridad. Nelson Erazo, presidente del Frente Popular, manifestó que es incompatible que en momentos de crisis sigan manteniendo sueldos que superan los 5.000 dólares. “Es necesario que se rebajen sus sueldos, pero también que se reduzcan los ingresos adicionales que tienen al salario los asambleístas”, dijo Erazo.
5.009 dólares de remuneración mensual unificada (sin los descuentos de Ley) es lo que gana un asambleísta, que multiplicado por 137 legisladores dan 686.233 dólares al mes y 8’234.796 anuales.
La asambleísta Wilma Andrade (ID) dijo que la Asamblea también debería entrar en esa dinámica de rebaja de sueldos en el nivel jerárquico superior y que ojalá la iniciativa se traslade a otras instituciones. Agregó que en la Legislatura, a más de esa medida, se debería realizar un diagnóstico completo de su funcionamiento en todas las áreas para ver cómo se puede corresponder al llamado de austeridad sin que limite su accionar.
Jeannine Cruz (CREO) va más allá y asegura que todos los funcionarios que ganen ingresos sobre los 3.000 dólares deberían apoyar la reducción e incluso “otras medidas que sean efectivas, como que ninguno de nosotros gane más de esa cifra”.
Otros criterios
Héctor Yépez (SUMA) dijo que si se pide austeridad al Gobierno por la difícil situación económica del país, el ejemplo debe empezar por “casa”. “Nadie se va a morir de hambre en la Asamblea por que le bajen el 10% de sueldo”, dijo. Medida que considera debe estar acompañada, añadió, por evitar la compra de celulares, tabletas, planes de llamadas que si bien no representan montos altos, de a poco se apoya a la austeridad.
Desde el lado oficialista, el asambleísta Mauricio Proaño recordó que una medida similar tomaron en 2016, como apoyo a los damnificados del terremoto. “Estamos un poco acostumbrados y si la mayoría de la Asamblea lo aprueba hay que acatarlo”, dijo el legislador. Pero considera que otros sectores deberían sumarse, como la empresa privada “porque no van a poner a unos y a otros no, ya que el trabajo lo hacemos todos”. (HCR)
Lo que no se topa
° Los legisladores coinciden en que, a pesar de la necesidad de reducir gastos y de ahorrar, lo que no se puede topar es el trabajo en territorio de la Asamblea en momentos que ha iniciado una etapa de diálogo con diferentes sectores. Comisiones como las de Justicia, Participación Ciudadana y Biodiversidad han sesionado en otras localidades y han socializado los proyectos de Ley que están en cada mesa legislativas.
Wilma Andrade (ID) dijo que se justifica acercarse a los sectores sociales que en muchos casos no pueden movilizarse hacia la Asamblea, pero que todo depende de que en verdad se recojan sus criterios. “Creo que hoy más que nunca los asambleísta deberíamos ir a territorio, a debatir con nuestros electores posibles salidas a la crisis que no signifiquen golpear los bolsillos”, añadió Jeannine Cruz (CREO).
Cifras
5.009 gana cada asambleísta.
686.233 dólares al mes gasta el Estado en este rubro.
