No solo un día para la cultura

Luis Fernando Revelo

La metáfora del “sauce podado” se constituyó en el plinto inspirador del eximio maestro, Don Manuel Benjamín Carrión, cuando hace 73 años, en su mente prodigiosa, se tejió el brillante proyecto de crear la Casa de la Cultura como una respuesta a la “incitación” producida por la poda territorial que el país había experimentado allá por 1941- 1942. Era una respuesta jubilosa, ajena a todo afán de venganza. Teníamos que ser grandes en el ámbito de la cultura y de la libertad. Teníamos que ser ese árbol joven, seguro del poder de sus ramas y de la fecundidad maravillosa de la tierra. Así Benjamín Carrión trató de persuadir a los ecuatorianos de que la grandeza nacional no dependía de la extensión territorial, de la riqueza económica, ni de la fuerza militar, sino de la cultura.

La proclamación del Día de la Cultura fue mediante Decreto Ejecutivo emitido por el Gral. Guillermo Rodríguez Lara en 1975, en honor a la creación de la Casa de Cultura, fundada el 9 de agosto de 1944, en la Presidencia de Velasco Ibarra. El Núcleo de Imbabura ha relievado este acontecimiento con un nutrido programa en el parque Pedro Moncayo, donde los ciudadanos de a pie, pudieron apreciar todo lo que la Casa produce a través de la música, la danza, el teatro, el ballet, etc.

No solo un día está destinado para la cultura. No olvidemos que ella comprende todo el actuar del ser humano, dotado de libertad para expresar dinámicamente su modo de ser y de estar en la sociedad. El ámbito de la Cultura siempre será el de la libertad, del libre flujo de las ideas. Ojalá se comprenda esta realidad, se acojan las reformas que se plantearán a la Ley Orgánica y se pueda contar con un Reglamento que vigorice su perspectiva libertaria, democrática y emancipadora legada por Benjamín Carrión.