PUGNAS

PATRICIO CÓRDOVA CEPEDA

Luego de la posesión del Presidente Lenin Moreno y de un proceso electoral lleno de dudas, denuncias, manifestaciones, contentos y descontentos, quienes no somos del partido oficialista ni de la oposición, e incluso que no votamos por ninguno de los dos binomios finalistas, lo menos que esperábamos es que se inicie un grande diálogo y debate sobre los principales problemas del país, asumir consensos nacionales para enfrentar las crisis económica, corregir los enormes desaciertos del anterior gobierno y provocar reformas fundamentales para dar un respiro a todos, generar ambientes de libertad, trabajo y paz.

La posición inicial del nuevo Presidente auguraba nuevos ambientes, vientos frescos de conversación horizontal con todos los sectores y actores políticos, dejando a un lado actitudes egocentristas, autoritarias, prepotentes, que de alguna manera generaron temor y recelo por una década en el Ecuador. El tender una mano sincera, fraterna, con discurso cordial y firme, siempre será bueno para abrir caminos de unidad y esperanza social.

Pero como en todo hay un pero…al parecer el tema de corrupción es el más alto problema de tratamiento público. Noticias y elementos provenientes de esferas hasta internacionales hacen que sea insoportable contener una avalancha de críticas al gobierno y claro el primer mandatario debe curarse en sano, guardar distancias si no está involucrado y aquello desborda pasiones políticas, provoca distanciamientos y pugnas internas en Alianza País, con las consecuencias ya conocidas por la ciudadanía.

Ahora tenemos un Vicepresidente sin funciones, que no hace nada, que poco a poco ha ido perdiendo la escasa credibilidad que tenía. Se dirá que la política está que arde. Yo más bien digo que ese no es el país que nos merecemos y por lo tanto hay que respaldar acciones y decisiones contra la corrupción y los corruptos.