En los últimos dos meses se ha impedido que dos felinos bebés sean comercializados.
El 31 de julio pasado rescataron de un sector de El Carmen (Manabí) a un tigrillo ocelote (Leopardus pardalis) hembra juvenil, de aproximadamente seis meses, que pretendía ser comercializado por redes sociales.
Este es un nuevo caso de venta de fauna silvestre que las autoridades truncan. En los primeros días de junio pasado también se rescató, en el Puyo (Pastaza), a un tigrillo macho de aproximadamente dos meses de edad que también pretendía ser vendido.
El Ministerio del Ambiente informó, en un comunicado de prensa, que el tigrillo hembra recientemente recuperado se encuentra en buen estado de salud.
Se evaluará su liberación
Al joven animal se lo mantendrá en cuarentena en el bosque protector La Perla, en La Concordia, al cuidado de personal técnico capacitado, bajo la supervisión de la Dirección Provincial de Ambiente de Santo Domingo.
Según el informe del veterinario Julio Xavier Jurado Garzón, la “jovencita de aproximadamente seis meses de edad, muestra señales de haber sido capturada recientemente y afortunadamente sus colmillos y garras no han sido manipulados. Sus reflejos son normales y su estado de ánimo es óptimo”.
Es necesario desparasitarla y mantenerla en cuarentena por si pudiera presentarse una infección por los alimentos consumidos en estos días fuera de su hábitat.
Luego de su recuperación se analizará la posible reintroducción a su hábitat natural.
Acciones legales
El ciudadano que pretendía comercializar al tigrillo hembra fue trasladado al Juzgado de El Carmen, en el cual se le dictaminó medidas sustitutivas en espera de la audiencia de juzgamiento conforme el Artículo 247.- Delitos contra la flora y fauna silvestres del Código Orgánico Integral Penal.
Mientras que la Dirección Provincial del Ambiente de Manabí iniciará el proceso administrativo correspondiente, en cumplimiento del Artículo 80 de la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre.Andrés Ortega, director de la Clínica Veterinaria de la Universidad
San Francisco de Quito (USFQ), informó que estos animales viven en bosques de la Costa y la Amazonía y que a pesar de no estar considerada como una especie en peligro es vulnerable al tráfico y comercialización ilícitos.
En lo que va del año el Fondo Tueri de la USFQ ha recibido y tratado a cinco individuos de esta especie. (CM)
Lo que dice en la Ley
El artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) señala: “La persona que cace, pesque, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, trafique, se beneficie, permute o comercialice especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies amenazadas, en peligro de extinción y migratorias, listadas a nivel nacional por la Autoridad Ambiental Nacional, así como instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”.