El Vicepresidente volvió a criticar las decisiones del Presidente y atizó la crisis en el Ejecutivo.
Tras cuatro horas de que se difundiera el decreto ejecutivo 100, con el que el presidente, Lenín Moreno, lo despojó de todas las funciones que le había encomendado, compareció ayer ante la prensa el vicepresidente, Jorge Glas.
La alocución estaba prevista para las 15:00 de ayer, pero empezó con más de una hora de retraso, a las 16:22, en la parte posterior del Palacio de Gobierno, donde está ubicado el despacho del segundo mandatario.
Glas apareció solo, aunque pocos minutos antes habían llegado al sitio Marcela Aguiñaga y Carlos Viteri Gualinga, asambleístas del oficialismo, sin hacer ningún pronunciamiento. Y en el corredor del tercer piso recibió aplausos y vítores de sus colaboradores.
En sus manos, llevó el decreto para mostrarlo ante las cámaras como si se tratara de un diploma, ampliado y cubierto con plástico. “Lo voy a poner en la sala de mi casa (…). Me llena de orgullo”, afirmó.
Glas calificó a lo sucedido como “una clara retaliación política” por parte de Moreno, a quien volvió a acusar de “entregar la Corporación Nacional de Electricidad a la familia Bucaram” y de “traicionar los principios” de la llamada ‘revolución ciudadana’.
«Debo confesar que me lo esperaba, me han retirado todos los encargos del Presidente por opinar, por criticar, por denunciar, por decir la verdad. Pero ¡Viva el diálogo!, ¡viva la crítica!, ¡viva la opinión de todos los opositores de la revolución ciudadana!”, ironizó Glas.
Según él, Moreno accedió al pedido realizado por Abdalá Bucaram, Guillermo Lasso, la Izquierda Democrática, entre otros opositores, además de los “grandes empresarios” y, a su vez, “traicionando la voluntad popular que eligió un binomio”.
El avión
Por dos ocasiones, lamentó que el Jefe de Estado también le haya desautorizado para usar el avión presidencial, pero sentenció que “con o sin funciones específicas” seguirá trabajando y con sus recorridos por el país en carro.
“Debo decir que responsabilizo de mi seguridad al presidente, Lenín Moreno, a su secretario, Eduardo Mangas, y también a las personas que por seguir órdenes me niegan el uso del transporte aéreo como Vicepresidente”, insistió.
Antes de terminar su alocución, en medio de los aplausos de seis colaboradores, respondió tres preguntas de los periodistas. Aseguró que ha conversado “varias veces” con el expresidente Rafael Correa y que cuenta “con el respaldo de la verdad”.
“Yo estoy defendiendo principios y valores, y estos son inclaudicables”, agregó, y segundos antes de marcharse remarcó: “Yo soy vicepresidente electo, constitucional de la República y yo terminaré mi mandato”.
No se refirió a las investigaciones que adelanta la Fiscalía en torno a supuestas irregularidades en la concesión de un campo petrolero y al escándalo de corrupción de Odebrecht. (RVD)