La planta

AUTOR: Andrés Pachano

Quienes conformaron el Municipio de Ambato en el período administrativo del 78 al 83, alcalde y funcionarios de entonces, en actitud responsable con la vida, con la ciudad y su futuro, entre muchos sueños tuvieron uno, de esos que solo los tienen quienes ven más allá de un transitorio período político-administrativo: soñaron con un ambiente limpio, saludable, soñaron en un río descontaminado, sano, cristalino. Para eso emprendieron en la ejecución de canales colectores que reciban las aguas residuales de la ciudad, para luego tratadas arrojarlas limpias al río. Se arribó al fin del período y la obra definitiva, la planta de tratamiento, se quedó con estudios y financiada a las puertas de su construcción. Ahí se ancló ese sueño de visionarios.

Hoy, después de casi cuarenta años de olvido el actual Municipio, luego de haberse estudiado y concebido un nuevo proyecto con última tecnología, en palabras de su alcalde, “…está cumpliendo ese sueño…”.

En días pasados se invitó a un recorrido por esta necesaria obra que se la ejecuta en el sector de La Viñita, más allá de Pishilata, en el entonces bucólico edén de las vegas de nuestro rio. Hacia allá irán en poco tiempo más las aguas residuales de la ciudad, la de sus centros conurbanos dependientes de ella y las de las parroquias vecinas, para que esta instalación moderna “…con una capacidad media de tratamiento de agua servida de 65.664 metros cúbicos…” entregue al río Ambato agua absolutamente limpia, en un volumen estimado de 1.200 litros por segundo.

Esta obra en ejecución, tiene ya un significativo avance físico en su construcción, se la ha contratado por un monto de 26’141.890,07 dólares. Dadas las características técnicas con las que se la ha concebido, una vez concluida y en funcionamiento, no producirá efluvios mal oliente, ni impacto molestoso al ambiente circundante, factor este que culturalmente ha sido un óbice para proyectos de esta naturaleza.

Bien por la Municipalidad de Ambato, que ha emprendido en esta obra de responsabilidad social, sin propósitos electoreros. Tal vez sea su proyecto más importante.

¡Volverá entonces el sano rumor del agua a los meandros de la cárcava del río Ambato!