El miedo recorre El Quinche tras el triple asesinato de cubanas

TEMOR. Moradores de la zona donde ocurrió el hecho aseguran que hay un ambiente de intranquilidad.
TEMOR. Moradores de la zona donde ocurrió el hecho aseguran que hay un ambiente de intranquilidad.

Los pobladores aseguran que el triple asesinato y suicidio es la historia más macabra del sector.

En la parroquia de El Quinche el recuerdo de algo espeluznante todavía está latente. Los moradores de esa población no dejan de hablar de ese triple asesinato y suicidio que el lunes pasado ‘sacudió’ a uno de los lugares reconocido como de los más religiosos de Quito.

Para quienes caminan por la calle José Joaquín de Olmedo les es casi imposible no regresar su mirada al segundo piso de un edificio de departamentos.

Ellos saben que ahí se vivió, tal vez, la historia más sangrienta y macabra que se haya contado en esa localidad, situada al nororiente de Quito.

Yudelkys Benítez, y sus hijas de Gretter Rodríguez y Yudeisy Zamora, de 21 y 15 años respectivamente, fueron asesinadas la madrugada del pasado lunes en su departamento que rentaban desde hace tres meses.

Las tres mujeres murieron tras ser brutalmente apuñaladas por quien sería la ex pareja sentimental de Rodríguez. Tras cometer el hecho de sangre, el muchacho de 27 años de edad intentó quemar el departamento echándole gasolina. Luego él mismo tomó un puñal, se lo clavó en el abdomen y se lanzó desde uno de los ventanales cayendo aproximadamente unos 10 metros al vacío.

Esa, al menos, es la primera hipótesis que manejan las autoridades sobre el atroz acontecimiento.

Los motivos

El departamento donde ocurrió el crimen aún permanece cerrado por disposición de la Fiscalía. Nadie puede siquiera topar una cerradura para que no se alteren los posibles indicios que puedan encontrar las autoridades en el lugar.

Diana Barba, dueña de la casa donde ocurrieron los hechos, contó que desde aquella terrorífica madrugada conciliar el sueño se le ha convertido en un reto. La mujer vive a solo unos siete pasos del departamento que habitaban las víctimas.

A ella le cuesta creer que esa historia haya pasado en su casa y que los protagonistas sean personas a las que les había cogido un particular aprecio.

“El muchacho era simpático, trabajador. Cuando le veía con la chica (Gretter), decía que eran una linda pareja”, comenta.

A Barba se le quiebra la voz cuando recuerda a su inquilinas. Cuando llegaron la primera vez, las tres mujeres aparecieron con el presunto asesino, quien en ese entonces era conviviente de la mayor de las hijas de Benítez.

Todo transcurrió con armonía hasta que la madre de las muchachas se dio cuenta que el muchacho agredía físicamente a la mayor de sus hijas. Esa fue razón suficiente para expulsarlo del hogar.

La buena relación entre la dueña de casa y su inquilina hizo que Rodríguez encuentre el Barba una confidente. Ella le contó que el joven parecía estar arrepentido por lo que hizo, sin embargo, su hija no estaba dispuesta a perdonarlo.

Así transcurrieron unos 20 días de plegarias de parte del agresor hasta que ocurrió el fatal desenlace frente a tanto rechazo.

Los anhelos

Benítez ya se había posicionado en lo laboral. Trabajaba como psicóloga en la Unidad Educativa 3 de Diciembre, ubicada en la calle Quito de la parroquia Checa, a 15 minutos de su residencia.

Ahí la recuerdan con mucho cariño. A raíz de su muerte, sus compañeros colocaron un crespón negro en homenaje a su memoria.

Con el fruto de su trabajo, la hoy difunta reunió dinero para levantar un negocio en El Quinche. Desde inicios de este mes rentó un local en la calle Cuenca, cerca de su casa. Instaló un local de comida rápida para trabajar con sus hijas.

Todo iba viento en popa e incluso compró unos muebles para brindar mejor comodidad a sus clientes.

La amabilidad con la que ahí se atendía y la belleza física de las muchachas, fueron un imán para los comensales.

Todos los sueños de emprendimiento y superación se truncaron por la ira desenfrenada de un criminal que las asesinó a sangre fría.

La muerte sigue rondando

Rosa Quishpe tiene una tienda a dos cuadras de la casa donde se produjo el crimen. La mujer asegura haber sentido un extraña sensación jamás experimentada cuando pasó por el frente del departamento la mañana del mismo lunes trágico.

“Me dolió la cabeza, me sentía pesada. Era algo que nunca había sentido”, dice.

La vecina, oriunda de la parroquia, cuenta que hace casi un mes vio al supuesto asesino y a su novia entrar a la iglesia para participar de una ceremonia religiosa. El cura de la parroquia les dio la bendición junto a otras parejas que estaban próximas a casarse.

Cuando se enteró que los mismos novios eran los protagonistas de esa historia de terror no lo podía creer.

Cada que pasa por el sitio donde ocurrieron los hechos, ella se persigna y reza porque las almas de los hoy difuntos descansen en paz.

Barba, la propietaria del inmueble, dice que sus inquilinos que vivían en el otro departamento se fueron. Otra arrendataria, aunque no ha sacado sus cosas, no llegaba a dormir martes hasta el miércoles posiblemente por temor.

Cuando toda esta pesadilla termine y cuando ya pueda recomponer el departamento, la dueña de casa tiene planeado llevar al cura párroco para que celebre una misa en el inmueble con el fin de bendecirlo.

Mientras tanto, los ‘fantasmas’ que dejó el violento crimen aún rondan entre los pobladores de El Quinche quienes piden a su Santa Virgen que regrese la paz al pacífico pueblo del que ellos se enamoraron. (FLC)

Trámite estancado

Retirar los tres cuerpos de las mujeres de nacionalidad cubana es complicado. Al principio no se hallaron familiares que puedan identificar e iniciar con el proceso para sacarlas de la morgue.

La conmoción y difusión mediática del caso hizo que una pariente lejana se entere de la situación. Yudelkys Rodríguez, una pariente lejana de las difuntas se comunicó con los familiares en Cuba. Hasta el miércoles ella esperaba un poder que iba a enviar el hermano de Benítez para autorizar a que se proceda de acuerdo a la Ley y poder brindar cristiana sepultura a las hoy difuntas. El cuerpo del muchacho fue retirado el martes pasado por parte de sus seres queridos. (FLC)