La alimentación y el disfrute

AUTORA: Rocío Silva

Sobre el desayuno y refrigerio que como política de Estado reciben los estudiantes de Educación Inicial y General Básica, que está compuesto de una colada fortificada de sabores y galleta rellena y el refrigerio cosiste en 200 ml en envase tetra brik de leche de sabores y entera, para los primeros; y, comprende cinco productos: colada fortificada de sabores, galleta tradicional, galleta rellena, barra de cereal y granola en hojuelas, mientras que el refrigerio consiste en 200 ml en envase tetra brik de leche de sabores y entera, en los segundos. Urge hacer algunas preguntas: ¿Qué diferencia hay entre el derecho a estar protegidos contra el hambre y el derecho a tener una alimentación adecuada? El primero de estos derechos es fundamental. El Estado tiene la obligación de asegurar, por lo menos, que las personas no mueran de hambre. Como tal, está intrínsecamente asociado al derecho a la vida.

¿Puede existir vida humana sin cultura? El derecho a la vida está estrechamente relacionado con la cultura alimentaria, se ha pretendido cambiar la cultura alimentaria de los niños y niñas que asisten a las instituciones educativas públicas, fiscomisionales y municipales del Ecuador, si bien se ha ampliado la cobertura del desayuno y refrigerio, de edad de Educación General Básica (EGB) de instituciones educativas de las zonas rurales y urbanas; pero se eliminó el almuerzo, lo cual desencadenó una serie de inconvenientes, como el ahondamiento de un problema alimentario-nutricional, pues en muchos de los beneficiarios, la alimentación que recibían en la escuela era la única; además se atentaba a la participación comunitaria de padres de familia, que se involucraba activamente en su preparación y el abandono de los huertos escolares, y la inutilidad de toda una gestión comunitaria para conseguir algunas cocinas y del menaje (vajilla, ollas, cubiertos)

¿Puede haber alimentación sin disfrute? No porque sea una política de Estado, los beneficiarios están obligados a recibir la misma dieta, el disfrute en la variedad debe es implícito en la alimentación, nadie tiene porque servirse todos los días lo mismo y lo mismo, de ahí que se entienda que muchos niños rechacen estos alimentos.