No al odio

PATRICIO CÓRDOVA

“Para el odio no cuenten conmigo”, esta necesaria frase expresada por el Presidente Lenín Moreno merece toda la trascendencia en los momentos actuales, acuñarla para siempre y hasta patentarla, porque sin querer arrogarme el pensamiento social es obvio que la gran mayoría de ecuatorianos, afiliados o no a un partido político, es lo que añoramos para nuestro país. Basta de enfrentamientos, estamos hartos que pretendan hacernos creer que el Ecuador se divide en una historia antes del 15 de enero del 2007 y otra después de esa fecha; que todo lo de antes fue malo y que la última década casi se compara al paraíso; que los partidos políticos son perversos y que Alianza País es la única organización política salvadora de los pobres. Y como la frase la dijo el Presidente actual en contestación a palabras del anterior, que lo calificó de desleal y mediocre, tampoco es positivo para el país que nos tengan preocupados por las disputas internas reales o supuestas de los militantes del oficialismo, lo cual de alguna manera logra desviar la atención esencial de los graves problemas de corrupción que están siendo investigados, con la participación de altas autoridades del poder público. Al menos conmigo no cuenten para simulaciones, para poses de forma cuando los contenidos pueden seguir inalterables. Cada vez es más difícil engañar al pueblo y para recuperar confianza, seguridad, certidumbre, fe, esperanza, se necesita algo más que palabras y frases.

Claro está que el Ecuador requiere de consensos para enfrentar juntos, autoridades y ciudadanos, la crisis económica, la inseguridad, la delincuencia, el desempleo, el aumento del comercio informal desordenado, la venta y consumo de drogas, las inequidades y desigualdades. Unidad no solo en el discurso y en la intención sino en proyectos y en la práctica, solo así superaremos los grandes dilemas colectivos para tener salud, educación, bienestar, desarrollo, libertad y paz.