Ceprodis Mena Dos cuenta con su elenco. El Ballet Jacchigua es parte de la iniciativa.
El maestro Rafael Camino, director de la Fundación y Ballet Jacchigua, está dentro del círculo. 22 personas con algún tipo de discapacidad lo rodean. Empiezan los ejercicios de estiramiento hasta que la música fluye en sus cuerpos. Los danzantes se multiplican porque quienes están en las sillas terminan de pie bailando. Hasta Arce, el perro guardián del Centro Diurno de Atención Integral para Personas con Discapacidad (Ceprodis) Mena Dos, se une a la fiesta.
Tan solo es el calentamiento de la presentación del elenco de este centro, pues se alistan para danzar una cumbia que forma parte del repertorio que trabajan cada lunes y viernes.
Mientras se preparan para el show, el maestro Camino señala: “Hay que tomar conciencia de que todos somos iguales. Se trata de equidad social. A la final, todos tenemos alguna deficiencia”. Él, por ejemplo, explica que su ojo izquierdo se enfrenta al glaucoma y el derecho tiene un 7% de visión. Esto, sin contar su pie diabético.
“Pero tener una deficiencia te permite siempre dar batalla porque tienes la necesidad de ser mejor”, agrega. Por esto, este referente del ballet folclórico ha apostado desde los 80’ a trabajar con personas con algún tipo de discapacidad. El método que aplica es el Waldorf, ese que desde el juego le permite despertar “el baile que todos llevamos adentro”.
Labor
La cumbia suena en el auditorio del Centro Diurno Mena Dos. Los 22 bailarines están con sus vestimentas y al ritmo de la música sus cuerpos arman una coreografía que anima a los espectadores.
Unas pocas indicaciones las da Eliana Valladares, la coordinadora de la agrupación, quien trabaja con el elenco desde 2005. Claro, los danzantes han ido cambiando a través de los años, pero la entrega de esta fisioterapista, quien formó parte del Ballet Nacional Jacchigua, continúa intacto y con la devoción del primer día, cuando el maestro Camino le propuso el conformar un elenco con las personas del centro.
“Es un trabajo duro, fuerte, porque cada discapacidad merece una atención específica, pero hemos logrado consolidar un elenco, el cual es muy solicitado”, dice Valladares, quien detalla que varios hospitales, ministerios e instituciones privadas solicitan al grupo de danza.
“Todo se puede lograr gracias a mis compañeros. Todos metemos manos en el maquillaje, en el ayudarles a cambiarles. Y hasta los propios chicos del centro colaboran cuando tenemos presentaciones”, indica Valladares.
Uno de los espectadores es Diego Mirey Sánchez Vargas, director distrital del Sur de Quito del MIES, quien tiene a cargo tres centros diurnos, así como múltiples casas de acogidas y guarderías.
Tras la presentación, en la cual terminó bailando cuando los danzantes invitaron a todos a la pista, confirma de que las expresiones artísticas son fundamentales para el desarrollo y mejoramiento de las personas, sin importar las capacidades que presenten.
“Queremos generar inclusión en el tema de huertos orgánicos, especies menores y la industrialización de ciertos productos; sin descuidar el arte… Además de la danza, buscamos implementar un sistema de teatro”, acota Sánchez.
Por su parte, Jesús Clemente Cedeño Zambrano, coordinador del Ceprodis Mena Dos, afirma que los 61 usuarios van evolucionando en sus grupos –son cuatro en total- y al estar preparados están listos para incorporarse a actividades laborales. “El desarrollo crece a través del arte. Los avances son notorios gracias a la motivación del baile. Es evidente cómo estas iniciativas mejoran el día a día de las personas que tenemos a cargo, y es fundamental que se siga apoyando”, concluye.
EL DATO
Los bailarines tienen coreografías de vals, sanjunitos y cumbia.
TOME NOTA
Puede contactar al elenco al 2633428 (Ceprodis Mena Dos). Sus presentaciones son gratuitas. Los interesados deben brindar el servicio de transporte.