Lumbreras de la humanidad

POR: Luis Fernando Revelo

Hablar de Jorge Isaac Cazorla es hablar de un cultor excelso de la lengua castellana. Con sobra de merecimientos ocupa un sillón como Miembro de Número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española, la misma que lo ha consagrado como escritor talentoso.

Frisando ya sus 97 años, con una lucidez extraordinaria, acaba de entregarnos el pasado Jueves Académico de la Casa de la Cultura, su nueva obra “Lumbreras de la humanidad”. Obra de historia, de fe, empapada en espíritu de oración, tal como subraya al inicio al remitirse al libro del Génesis: “Y dijo Dios: que haya lumbreras en el firmamento para alumbrar la tierra…”.

Este opúsculo es fruto de largo estudio y cernida comprobación y como él mismo puntualiza: “libro símbolo de cultura”. Comienza enfocando a Antonio de Nebrija, el primer humanista que se entretuvo en tomar el pulso al habla y escribir la primera gramática. Luego aborda a Fernando de Rojas, escritor español de ascendencia judía y su obra cumbre La Celestina.

No podía faltar el elogio a Dn. Miguel de Cervantes Saavedra, el escritor español más universal, autor del Ingenioso Hidalgo Dn. Quijote de la Mancha, para luego esbozar la figura controvertida de Lope de Aguirre. Con paso firme y vigoroso hace una labor de espigamiento fecundo sobre el Apóstol Juan, la gran seducción que San Agustín provoca a través de sus Confesiones, Sófocles y su emblemática obra Edipo Rey, el rol protagónico de las mujeres, testigos y discípulas, en la Pasión del Señor, para finalmente, instarnos a entender el sentido cristiano de la muerte. Nacemos para morir y morimos para vivir.

El Núcleo de Imbabura presentó este ejemplar como testimonio del entrañable afecto con que ella mira al catalogado escritor.