El mágico cajón peruano

Rocío Silva

Los esclavos afrodescencientes en el Perú, crearon una forma de resistencia al trabajo forzado y la injusticia, cuando todo les fue arrebatado, inclusive sus dioses, sus sueños, su lengua, sus formas de amar, sus alimentos; en fin su cultura. Algo había que hacer para no dejarse morir, ellos se sabían inmortales porque en cada pálpito del cimarrón había un juramento de supervivencia.

Así, en el conjuro de la noche, como promesa de libertad, sobresalía el sonido del tambor, que establecía el espacio sagrado de comunicación entre los hombres y los dioses. Por eso fue prohibido el tambor y fue el fugitivo del poder monárquico de la Colonia. Eran el tambor y su sonido, los culpables de la fuerte espiritualidad y religiosidad de las comunidades de cimarrones, quienes a toda costa se negaban a que su alma muera aprisionada del grillete.

Los esclavos se pertenecían al estrato social más bajo, en contraposición, su sensibilidad alcanzaba la mayor cúspide posible y se expresaba en la percusión rítmica, a falta de tambores hicieron de cuanto objeto tenían a la mano un improvisado instrumento musical, que los devolvía por ese instante a su África, donde seguían incólumes sus antepasados y sus dioses. En medio de esos rituales soterrados del encuentro, nació el cajón, como la herramienta más económica y adecuada para tamborear y marcar el compás del baile con ese frenesí, hijo y padre del ansia de la libertad. El cajón el instrumento mágico, de origen africano nació para la inmortalidad en Perú.

El cajón, ha sido catalogado como parte del patrimonio cultural intangible, es uno de los signos de orgullo, que no exalta el color negro de la piel, sino que reivindica las raíces culturales africanas, en contraposición con la hegemonía de los otros grupos étnicos, calificados como no negros, o sea blancos, indígenas y mestizos. Al mismo tiempo la identidad afroperuana se desarrolla también en la dirección de la utopía como hálito de vida: el cajón como instrumento musical peruano, es una dicotomía sincrética en la que conviven pasado y presente.