Carlos Castillo-Chávez, quien lleva seis meses en el rectorado de la Universidad Yachay Tech, explica en una entrevista con La Hora sobre la situación que atraviesa esta institución, a tres años de que empezara a funcionar en Urcuquí, Imbabura. Actualmente allí se forman cerca de 800 estudiantes.
¿Cómo llegó a convertirse en rector de Yachay?
Soy el único profesor en Yachay Tech que ha sido contratado en una competencia: 38 personas solicitaron la posición de rector, me ofrecieron el cargo dos veces y lo rechacé, pero la tercera vez me convencieron que viniera. Se me contrata a través de la comisión gestora, el nombramiento del presidente (Rafael) Correa. Y yo vengo aquí esencialmente bajo la impresión de que las cosas son más o menos como en los Estados Unidos, ya que es una universidad internacional.
¿Y no fue así?
De entrada me dieron una regañada por lo del presupuesto. No sabía ni de qué estaban hablando y empecé un proceso de aprendizaje. Yo sabía que ha habido problemas pero no tenía magnitud de la situación política de que cambiar una mosca en Urcuquí era una cosa de una revolución en la prensa, no tenía la menor idea de eso, y que había habido, esencialmente, cinco rectores en dos años, yo pensaba que habían sido tres, pero ya después un detalle más: eran cinco.
¿La infraestructura que tiene la Universidad es suficiente?
No queremos tener un Cadillac, pero queremos tener un carro con un motor y que los frenos funcionen. Eso es lo que nos está pasando. Y eso mucho se debe a que las construcciones de los edificios y todo eso lo hace la empresa pública que tiene el mismo nombre de nosotros, Yachay. La empresa construye la Ciudad del Conocimiento y tiene prioridades de diferentes tipos: ¿construyo los laboratorios de enseñanza o un mercado? Bueno, construyeron un mercado.
Deben tener sus razones de donde viene el financiamiento, cuál es el plan. No sé cómo tomaron las decisiones, pero no nos han terminado la infraestructura y ahorita tengo estudiantes de sexto semestre que me interrogan todos los días, me demandan: ¿dónde están nuestros laboratorios?¿cómo nos vamos a educar?
¿Qué presupuesto demandarían para las obras pendientes?
Quizás el presupuesto hay pero que las hagan, por ejemplo, nos construyeron dos laboratorios y no se dan cuenta que no basta con construirlos: hay gases invisibles, hay posibilidades de explosiones, tienes que tener ventiladores. Muchas fallas de diseño, en los dos laboratorios de enseñanza que se terminaron, los estamos mejorando y cambiando y de mis proyectos de inversión que son chiquitos tengo que invertir 800 mil dólares para corregirlo.
¿Cuál es el monto que ha manejado la universidad para su funcionamiento?
Yo le puse veladoras a la Asamblea para que nos sigan apoyando más. El presupuesto, el primer año, fue aproximadamente como 5 millones, el segundo 10 millones, el tercero 15 millones, este año pedimos 20 millones, no nos lo van a dar, pero ya puse veladoras a ver si es cierto que alguien me está escuchando allá arriba.
¿No ha tenido una autonomía completa para funcionar esta Universidad?
Estaba manejándose a través de la Comisión gestora que era un sistema de gobierno diferente pero lo entendía porque era una universidad en desarrollo, no existía, ahora los miembros de la comisión ya no están con nosotros, ahorita en el momento no tenemos quórum.
¿Con cuántos profesores cuenta?
Son 165 profesores de contratos ocasionales. En los próximos tres meses va a haber concursos para que un gran porcentaje de ellos, los que ganen los concursos, se queden como profesores de planta.
¿Encontró a Yachay con mucha burocracia?
Encontré con una estructura que, desde mi punto de vista, no era la apropiada para un país donde obviamente va a haber fluctuaciones en la economía, el tipo de estructura que tal vez Harvard o Caltech podía mantener, pero ciertamente la mayoría de las universidades estatales americanas tampoco la podrían mantener.
¿Cuál es el ideal de la planta que usted quisiera mantener?
La idea es tener tan pocos decanos como sea, si pudiéramos funcionar con medio rector sería fabuloso. No necesitamos tanta gente a la cabeza.
¿Y sobre ampliar la oferta a los estudiantes?
Estoy cambiando el plan que se había dado inicialmente, que se pensaba que iba a tener 2.500 de pregrado, como en 5 o 7 años, no recuerdo, y lo que queremos hacer es que tengamos 5.000 y que dentro de 8 años tengamos 10.000, dar acceso, y entonces tener una tasa adecuada del número de estudiantes por profesor. Para mí un nivel aceptable sería 20-25 estudiantes por profesor.
¿La primera promoción de cuántos va a ser?
Los números van a ser, me imagino, entre 150 y 250 estudiantes, pero todo eso va aumentar. Por ejemplo este año aceptamos a 400 estudiantes.
¿Y ellos cuándo van a salir?
En julio del 2019
¿En qué sectores?
En ciencias, ingenierías, puede ser Física, Nanotecnología, Biomedicina, Biología.
¿Ya se ha reunido con las autoridades de la Secretaría de Educación Superior, Senescyt?
Ellos conocen mi perspectiva, yo creo más o menos. He hablado con varios de ellos, el ministro (secretario, Augusto) Barrera asistió, yo le encontré, dimos una presentación pequeña, antes de la rendición de cuentas del Consejo de Educación Superior, CES, en la Asamblea. Él está consciente de lo que estoy haciendo, yo le había dado mi perspectiva de qué universidad tenía, mucho antes de sus declaraciones, y me sorprendió francamente que hay muchísima congruencia.
¿Ha puesto su cargo a disposición del Gobierno?
Estoy aquí por decisión del Presidente. Si el Presidente me quiere decir mañana que me vaya, me voy, pero no voy por Twitter (haciendo críticas), me voy con un agradecimiento total al pueblo ecuatoriano por esta oportunidad. Yo estoy cien por ciento consciente que yo sirvo a los deseos del Presidente de la República y si decide cambiarme es su prerrogativa.
¿Cuándo termina su periodo?
Termina en diciembre de 2018. En julio de 2018 habrá elecciones por nuevo rector. Allí sabrán qué pasa.
No voy a hacer campaña política ni en Twitter ni en ningún lado. Voy a hacer lo que tengo que hacer. Si hay la confianza de la Universidad continúo, si no, no. (RVD)
Frase
Queremos tener un carro con un motor y que los frenos funcionen”.