La mayoría de pacientes no son conscientes de lo que es el bruxismo y de que lo sufren.
Remorder, apretar o deslizar los dientes de manera involuntaria, en el día o en la noche, es un grave inconveniente que provoca desgaste o fracturas dentales, cefaleas, problemas de la articulación y de acomodación de la mandíbula, hipersensibilidad dental, dolores musculares… Eso es el bruxismo, lo cual debe ser tratado a tiempo, manifiesta la odontóloga y especialista en prótesis dentaria Tania Villalva.
El estrés es el principal responsable de esta condición, por lo que la especialista señala que el tratamiento comienza buscando las causas que lo provocan e induciendo al paciente a que aprenda a manejar el estrés, el miedo, las tensiones… y en el consultorio lo someten a ejercicios de relajación, electroestimulación, fonoforesis, que es un método, mediante ultrasonido, para colocar medicación a nivel de los músculos y relajar.
Este tratamiento va acompañado de la placa de protección que se coloca en los dientes superiores o inferiores, dependiendo de la comodidad del paciente, para que no tengan contacto sobre todo en la noche, durante el sueño. Las placas, que son rígidas, tienen un ajuste exacto en la boca del paciente y evitan el contacto de los dientes, de esa manera se consigue reducir el dolor, prevenir el daño dental permanente y disminuir el rechinamiento de los dientes lo más que se pueda, reitera la experta.
Clases de bruxismo
Villalva afirma que el bruxismo nocturno se presenta cuando la persona duerme y ocasiona, al levantarse, cansancio, dolor de cabeza o de los músculos faciales. Las personas saben que rechinan o aprietan los dientes cuando la pareja o alguien más le comenta de esta situación o cuando van al odontólogo y este se da cuenta del desgaste dental.
El bruxismo del día, en cambio, es cuando la persona aprieta involuntariamente los dientes, sobre todo cuando está bajo mucha presión. La especialista dice que es el que más daño causa, sobre todo en los músculos y en las articulaciones de la mandíbula, haciendo que esta con el tiempo se desgaste y presente problemas al abrir o cerrar la boca.
Hay otro tipo de bruxismo secundario, llamado patológico, que se presenta en pacientes de edad avanzada y con problemas neurológicos que aprietan los dientes de manera involuntaria.
Villalva recalca que los dientes deben estar en contacto solo en el momento de alimentarse y el resto del tiempo tienen que estar separados y la mandíbula relajada.
Daños
“Nos damos cuenta que el paciente tiene bruxismo porque llega con dolores faciales, dolores frontales, de la cara y con los dientes desgastados”, señala la odontóloga, quien añade que al inicio son desgastes dentales cortos, luego son más graves y se producen fracturas que causan sensibilidad en los dientes. A veces esos desgastes son severos, que los dientes se vuelven muy pequeños y llegan a topar la encía. En esos casos se realiza tratamiento para levantar la mordida, con prótesis, resina… para devolver la altura adecuada y dejar una mordida normal que al mismo tiempo ayuda a que la articulación tome su ubicación normal.
También se registra el desgaste de la articulación en un proceso avanzado de bruxismo, que ocasiona dolores faciales fuertes. Explica que normalmente la articulación tiene un movimiento suave para la masticación, pero cuando hay movimiento de lateralidad fuertes, se hace presión, la articulación comienza a afectarse y se presentan dolores en la cara el cuello, la espalda y los oídos.
Además, Villalva indica que bruxismo afecta a las encías, y cuando estas no tienen una adecuada limpieza se registra sangrado, inflamación, se vuelven más delicadas y se retraen. “Hay mucha unión entre un bruxista y la inflamación y sangrado de encías y pérdida de hueso”, concluye. (CM)
Tratamiento integral
Si a pesar del tratamiento que proporcione el odontólogo el bruxismo persiste, hay que recurrir a otros especialistas, como el sicólogo, por ejemplo, para complementar el tratamiento, manifiesta la odontóloga Tania Villalva.
Asimismo, de ser necesario, se recurre a la aplicación de botox para relajar los músculos que están comprometidos: los temporales (músculo elevador de la mandíbula, situado a ambos lados del cráneo) y los maseteros (músculos faciales que interviene en la masticación).
También se hecha mano del ácido hialurónico en el tratamiento de viscosuplementación, que es la infiltración del producto en las articulaciones de la mandíbula que se ha desgastado de tanto movimiento.
Consumo
También afecta
El consumo de cafeína, que es estimulante.
El alcohol, que es depresivo.
Las drogas, que son alucinantes.
Estas son sustancias que también producen bruxismo.
EL DATO
Es importante acudir al especialista por lo menos dos veces al año para controles de prevención.