Un documental aborda la vida de Elías Harari, quien superó a la muerte y se transforma en un ejemplo de vida.
Inicios de enero de 2017. Una amiga le decía al director Luis Oscar Pérez que tenía una historia a la que él no se podría resistir. Una llamada fue el primer punto de encuentro para que el cineasta y Elías Harari entablaran amistad. Ya para el 05 de enero, día en que Elías conmemora el día de su accidente, una torta cerraba el rodaje de la película ‘Mi vida después de la muerte’.
“Quería transmitir mi mensaje de amor y de vida y de cómo más allá de los problemas uno debe cumplir la misión que Dios le ha encomendado”, cuenta Elías, quien sufrió un accidente cuando apenas tenía 17 años, lo que lo obligó a vivir con una silla de ruedas.
Pero esto no sería un impedimento para que continuara con una vida plena: se casó, tiene cuatro hijas, trabaja sin problemas y práctica una serie de deportes: nada, juega tenis, baila, conduce su auto y hasta corre maratones con una bicicleta especial que fortalece a sus brazos.
“Justamente, la historia parte de una fotografía previa que se sacó junto a su familia antes del accidente. Después de regresar de la muerte clínica, se va contando cómo Elías va superando las dificultades en su camino y rompe todo pronóstico médico hasta llevar una vida normal”, explica el director.
Tal como plantean los realizadores, el documental busca “ser un ejemplo de vida para personas que sufrieron un accidente similar; a su vez, que comparte la unidad entre personas y la convivencia en franca paz, amor y armonía total. (DVD)
CIFRA
3
meses de rodaje en Ciudad de México, Cancún, Acapulco y Cuernavaca.