Axiología y leyes

Eduardo Naranjo Cruz

La sociedad ecuatoriana y mundial enfrenta una gran crisis axiomática, entendida como la generación de valores, creencias sustentadas y discutidas en exploraciones filosóficas, buscando un mejor modelo de sociedad, sin embargo, se concluye que simplemente es una necesidad de diferenciar el bien y el mal, pero allí nace la subjetividad, de la que es esclavo el sujeto y cuya proyección es función de sus propias percepciones, en definitiva, es cerebro y entorno.

Con el deseo de mejorar la sociedad los líderes intelectuales inventaron las leyes, como marcos reguladores del comportamiento, hecho que en parte ayudó a lograr un avance en el tránsito temporal de los pueblos.

Sin embargo, hay leyes promulgadas con intenciones ocultas para alcanzar fines no claros y en otros casos para facilitar maniobras evasivas, en casos de emergencia y es en esa parte donde los jueces y abogados entran en escena interpretando y aplicando las mismas, es donde la buena intención del legislador puede ser torcida, demostrándose la debilidad del sistema.

Los últimos ejemplos de una potencial gran corrupción, de la que la mayoría de ciudadanos parece tener certezas y dudas, resultan un ejemplo de que toda la teoría axiológica sigue en una lucha perdida ya que, parece ser preciso lo señalado por Marx, la mercancía es un fetiche y el mercado el que domina el planeta, aupado por la maquinaria propagandística mundial que es poderosa e inmensa, esto lleva a la sociedad actual a la súper enajenación colectiva, todos viven y sueñan en tener, gastar y ser famosos.

Todo esto explica por qué hay tanta cara dura, frente a hechos públicamente evidentes, ya que saben que ni los valores importan y que la ley nunca les alcanzará. La herencia de honestidad enseñada familiarmente desapareció.

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