Nueva izquierda

Jorge Oviedo Rueda

¿Por qué tanta complacencia con la alianza CREO-SUMA? Correa hasta ha propuesto una solución extra legal, como es escoger aleatoriamente un número de actas del total. Lo curioso es que Nebot y Viteri están de acuerdo, como si juntos fueran los dueños del país. Independientemente de los resultados del reconteo de más de un millón de votos, el CNE ha quedado como un obediente peón de Correa y Correa, a su vez, como un dócil monaguillo de la voluntad del banquero. Si más de la mitad de los votantes han confiado en la legalidad de estas elecciones, ¿por qué debilitar su credibilidad dando paso a estas iniciativas?


La más simple explicación quizás sea la más acertada. Se viene un pacto colusorio entre la mano extendida de Lenín y la bravuconería de Lasso que, en el fondo, quiere decir, entre la vieja derecha de Nebot, Lasso y similares con la nueva derecha de Correa y los grupos económicos modernizantes en contra de los sectores populares.


Ninguno de estos grupos toma en serio los intereses del pueblo. Los esquiroles de la derecha, que se dicen dirigentes populares, siguen confundiendo a las bases y es a ellos a los que hay que desenmascarar, igual que a los dirigentes políticos de esa izquierda genuflexa y entreguista que, en estas elecciones, por odio a Correa se pusieron de burro pie de Lasso.


Es hora de hablar con la verdad, porque es momento de que una nueva izquierda, sin pecado original y con concepciones raigales en el Sumak Kawsay ancestral y lo mejor del pensamiento revolucionario de occidente eleve su voz para combatir al bloque oligárquico que sigue hipnotizando al país con el discurso secuestrado por mashi Rafael a la izquierda revolucionaria. Esa nueva izquierda será la voz del pueblo traicionado. Ya es hora.


[email protected]